Polvo somos y en polvo nos convertiremos...
Una frase que ha sido cuando menos escuchada por cada uno de nosotros y cuyo significado puede
ser tan profundo e interpretado a conveniencia según quien lo escuche y
quien lo enuncie. Bueno, la historia de hoy va un poco de esto; sobre tomar el concepto de carne y cuerpo como
contenedores pero más aun, como meras herramientas... Hoy nos adentramos a la
difícil, criptica y única
Texhnolyze.
Texhnolyze
|Madhouse|2003|
|22 Episodios| TV|
|Acción, Drama, Psicológico, Sci-Fi|
En una sociedad clandestina creada por el hombre, los descendientes de una generación desterrada compiten por el control de la ciudad en ruinas de Lux. Ichise, un huérfano convertido en boxeador pierde una pierna y un brazo para satisfacer a un enfurecido promotor de peleas. Al borde de la muerte es acogido por una joven doctora y utilizado como conejillo de indias para la próxima evolución de Texhnolyze. Con sus nuevas extremidades y con la explosión de la guerra, Ichise debe descubrir la verdad sobre Lux y luchar por su supervivencia mientras se da cuenta de su destino.
Texhnolyze es una obra producida por el estudio Madhouse en 2003 que consta
de 22 episodios emitidos de abril a septiembre de dicho año. Se trata de una
idea original cortesía de Chiaki J. Konaka (Serial Experiments Lain,
RahXephon) y que cuenta con nombres dentro de su staff tales como Hiroshi
Hamasaki (Steins;Gate) en la dirección general, Hidetoshi Kaneko (Battle
Angel, Hajime no Ippo) en la dirección de arte, Shigeo Akahori (Monster,
BNA: Brand New Animal) en el apartado de animación y Toshiaki Ohta (Cowboy
Bebop, Draker than Black) en la producción de sonido solo por mencionar a
los principales nombres.
La historia de Texhnolyze nos sitúa en un futuro que está lejos de ser
ideal, con un ambiente desolado y en el que aparentemente la sociedad ha
perdido toda democracia y la brecha entre clases se ha intensificado aún
más. Esto no es la excepción en la triste y ruinosa ciudad de Lux, un
lugar en el que la esperanza se ha ido y las personas viven robando, llenos
de pobreza y con el permanente riesgo de caer en la desesperación total. Y esta cloaca ha de ser el hogar de nuestro protagonista: Ichise, un
muchacho quien tras hacer enojar a ciertas personas importantes en una pelea
clandestina, es castigado y despojado de sus extremidades (un brazo y una
pierna le son cortados) quedando así condenado a una muerte segura. O al
menos así es hasta que Ichise es salvado por la peculiar doctora Eriko
Kaneda y esta lo usa como objeto de pruebas en su más reciente avance: la
tecnología de sustitución (prótesis) texhnolyze... Y será a partir de este
acto de “generosidad” que todo el mundo de Ichise cambiará y lo sumergirá en
la oscuridad y desesperación de Lux.
***ADVERTENCIA: El texto siguiente puede contener menciones a temas que pueden herir la sensibilidad de algunxs lectores. Por favor, leer con precaución... ***
El infierno en vida...
Y digo esto porque, pese a que ya de por si Lux es un lugar lleno de
desolación en el que cada día puede ser una lucha por sobrevivir; lo que
acontece a Ichise tras obtener su texhnolyze no es otra cosa que la perdida
de la libertad, siendo que en este lugar la única alternativa que tienes
para vivir "medianamente bien" es unirte a Organ, la asociación de grupos
armados que conforma el "gobierno" de la ciudad y que es además, responsable
de imponer el orden, por lo que nuestro muchacho enfila hacia dicha
organización y por cierta visión personal, muestra lealtad a su líder: el
noble, calculador y algo protector jefe Oonishi quien, lejos de presionarlo
o de obligarlo a estar a su lado, lo toma como guardaespaldas y lo cuida de
perder el rumbo o de caer en su propia ira contenida. Y sí, esto suena bien
pero no lo es tanto cuando comprendemos que más que libertad, dicho cambio
trae esclavitud, haciendo de Ichise un peón más en la lucha por el poder que
enfrenta a Oonishi y Organ, Kimata Motoharu y su llamada "hermandad" la cual
es un grupo que se opone a la texhnolyzación y finalmente Shinji y su
pandilla de rebeldes locales. Así que con 3 bandos luchando entre sí y
agregándole al asunto la presencia del misterioso "hombre de arriba" Yoshii,
los compases intermedios de la serie serán el más cruel y poco esperanzador
campo de batalla visto, siendo que el conflicto solo traerá traición dentro
de cada grupo y muertes para el resto de la ciudad, mostrando aquello que
Yoshii describe como "La lucha por sobrevivir... la expresión de su deseo de
libertad..."
Y a esto además hay que agregarle un punto que considero central en la
intención y el entendimiento de la obra: La propia ciudad de Lux o, mejor
dicho, su omnipresente atmosfera. Porque he de decir que pocas son las veces
me he encontrado tan abrumado por el universo de una serie, por las sensaciones
que te transmiten y, en este caso en particular, por la enorme tristeza y
sentimiento de desesperanza que te invade. Todo gracias a ese ritmo
constantemente pausado y contemplativo que ofrece la serie a la vez que sus
personajes van creciendo de a poco y enfrentan no solo sus deseos sino su
propios principios solo para sobrevivir, tal es el caso de Tomaya, un peón
de Organ cuya lealtad ha de girar según quien tenga el poder. Claro, esto no
suena tan espectacular y ciertamente no lo sería sin la fusión de su
animación y sonido que, en conjunto con la mucha simbología presente, hacen
que cada lastimera mirada o cada paso que dan sea como ver a alguien sin
esperanza yendo a su muerte. Así que si buscan felicidad, Texhnolyze no es
para ustedes y en cambio recibirán una sensación de que todo ya está
perdido, sintiendo cierta empatía (o mejor dicho lastima) por los
personajes. ¿Quieren más? Pues sepan que tenemos al peculiar personaje que
es Ran, una chica florista que además, resulta ser una especie de profeta
para el pueblo, anunciando nada más que desolación y dolor en el futuro y
lanzando así un cruel, casi poético concepto que ha de servir para entender
el eje de texhnolyze: La libertad es inalcanzable, habremos de terminar tal
cual estamos pese a nuestros esfuerzos.
Caro et Corpus
Es así como aun cuando creemos que Texhnolyze va de supervivencia y de
superación de adversidades, en realidad su trasfondo tira más a aquello que
ya trataban Haibane Renmei y Serial Experiments Lain: La esencia del ser
humano. Y mientras que en los 2 anteriores dicho concepto se enfocaba en el
alma y en la mente, Texhnolyze por el contrario introduce la parte carnal
gracias al uso del Texhnolyze (No por nada, tanto Lain como Texhno son ambas
pensadas por Chiaki, caracterizado por propuestas como Princess Tutu o
RahXephon) y a través de este aborda las vicisitudes y limitaciones que
irremediablemente pesan sobre el humano. Y es que, como ya mencioné arriba, en la serie
nuestro protagonista lejos de verse liberado por la obtención de sus
prótesis tecnológicas comienza una lucha interna durante la cual se ha de
definir a sí mismo y a lo que en realidad fue y será, deseando mantenerse
"como el mismo" pero a la vez viendo como esa "corrupción" ha entrado por su
cuerpo y lo convierte en algo menos que humano. Claro está, Ichise no es el
único y gran parte de dicho dilema también se refleja en Oonishi y su lucha
por encontrar su identidad al tiempo que busca defender la ciudad, Shinji y
su critica a cómo es que lo que antes hacia el dinero (diferenciar las
clases y crear marginados) ahora lo hace el grado de robotización que
tengas, e incluso la doctora Eriko quien se ve expulsada por querer
convertir a la carne en "algo más" gracias a las prótesis. Así pues,
Texhnolyze no solo utiliza su concepto como medio para ver a los buenos y a
los malos sino para hacer reflexionar sobre como incluso algo tan elemental
y "valioso" como nuestra carne y cuerpo, a través de todas sus vertientes:
mano de obra, belleza, valor monetario en el tráfico de extremidades, deseo
carnal, mortalidad frente a lo divino… al final puede ser usado como simple
moneda de cambio en busca de falsa libertad, poniendo ese contraste entre
los marginados que trafican prótesis usadas y defectuosas y aquellos que
están "arriba" y cuyo cuerpo ha sido abandonado pero que aun así no lograron
su plenitud como espíritus. Sin embargo, y he aquí lo divertido del asunto,
estoy seguro que la explicación anterior no es más que mi propia
interpretación de la obra y que, en función de quien lo vea, el
entendimiento de la serie puede expandirse a otros conceptos como la riqueza
y la marginación, el abuso de la tecnología, la inestabilidad política o las
creencias religiosas que pueden llevar a cometer actos destructivos; así que
entre que es una u otra, lo único seguro es que Texhnolyze es, junto a Lain,
una obra que lanza un juicio directo a la decadencia humana...
Pese a ello, no podría decir que Texhnolyze sea una obra extraordinaria.
Y es que aunque profunda y bastante filosófica en lo que busca abordar, es
precisamente estos puntos presentes aquello que supone una barrera para su
disfrute a menos que de verdad te gusten este tipo de series. En caso
contrario, te advierto que se te hará larga, confusa y un poco incoherente
debido a su ritmo y a las limitaciones técnicas que tiene y que se juntan
con lo parco de sus personajes... Y no, esto no la hace insufrible pero
tocara aguantar e irse metiendo de a poco en su historia.
Hablando del aspecto técnico, es en este dónde la serie sí
que queda a deber aun cuando también sea su punto más diferenciador.
Comenzando por los diseños de personajes, estos corren a cargo de Yoshitoshi
Abe en la creación del concepto y de Shigeo Akahori en el diseño final,
teniendo así personajes similares al trazo visto en Ergo Proxy, con
facciones menos suavizadas y más "realistas" pero que aquí se vuelven únicos
gracias tanto al vestuario, el trabajo de expresiones (aunque estáticas) y
sobre todo, gracias al aprovechamiento del texhnolyze como característica
propia de cada individuo, tanto en humanos como en las mutaciones robóticas
que se introducen despues. Así pues, son diseños que aportan a la simbología
de la serie pero que al mismo tiempo tienden a fallar en el segundo de los
puntos: La fluidez de movimiento y capacidad de expresiones, siendo que hay
tomas en las que literal los personajes no mueven sus bocas al hablar o sus
miradas parecen perdidas y sin coherencia con el enojo o desesperación que
buscan reflejar. Movimientos semi robóticos y ocasionales trazos
desproporcionados hacen el resto y aunque no arruinan el visionado, sí echan
en falta la calidad del estudio. Donde sí que destaca (quizá no tanto a
propósito) es en la creación de escenarios, haciendo de Lux ese lugar lleno
de tristeza y desesperanza reflejada en pantalla gracias a sus rincones
permanentemente oscuros, el trazo poco definido, el buen uso de sombras y
esa paleta tan fría que hacen de su mundo apocalíptico algo creíble y que te
da la mala sensación de estar ahí... algo similar a lo que transmite Hole en
Dorohedoro o el mundo cibernético de Lain.
Y la atmosfera se complementa perfectamente gracias a la parte sonora
cortesía de Hajime Mizoguchi y Keishi Urata quienes nos entregan una decente
variedad de piezas una más melancólica y carente de "energía" que la
anterior, haciendo que si lo visto no produce incomodidad o pesar por lo
abrumador, entonces el sonido haga que sientas dicho malestar. Así que
sirviéndose de ritmos semi industriales, algunas guitarras o cuerdas y sobre
todo de piezas como "Lose loose Bounds", "A Dog's Heart Leaping From
Irritation" o "When reason fails" es como Texhnolyze te atrapa en su mundo y
te invita a perderte en dicha decadencia (no estoy seguro de querer escuchar
dicho ost cuando estoy triste o similares...). Y sus piezas principales no
son la excepción gracias al nivel del OP "Guardian Angel " de Juno Reactor,
el cual es un tema curioso, lleno de potencia pero que sí que da la
sensación de estar ante algo lleno de Sci-fi en él. Por contra, los 2 ED son
"Tsuki no Uta (Song of the Moon)" de Gackt y "Walking Through the Empty Age"
de Yoko Ishida (ep 22), siendo el primero un tema bastante melancólico y que
de inicio suena como una pieza de remembranza o falsa tranquilidad para
luego dar paso a la triste voz. El segundo a su vez, es una balada suave que
funciona como cierre y da esa sensación de que, tras todo lo visto, las
cosas difícilmente cambiaran pese a los esfuerzos. Nuevamente, no creo que
sean piezas para una fiesta...
Dentro de la enorme variedad de obras y temas que podemos encontrar en la
industria del anime, una que vas descubriendo conforme más y más conoces es
esa rara categoría llena de series filosóficas cuyo propósito, lejos de
entretener o agradar meramente es el hacer reflexionar (y quizá criticar) al
espectador. Texhnolyze es una de dichas obras y aunque estoy seguro de que
jamás sería algo que recomendaría de inicio o como "obra para todo público"
sí puedo decir que ha sido toda una experiencia. Densa, reflexiva, difícil
de entender y más aun constantemente caótica debido a su propia narrativa
simbólica, Texhnolyze es algo que has de ver para comprenderla y, si eres
capaz de adentrarte en su atmosfera, estoy seguro de que será de esas series
que recuerdes y te dejen pensando por mucho tiempo...
3 Comentarios
Hola hola!!!!
ResponderBorrarQue puedo mencionar sobre el animé que nos muestras XD
Primero es que se ve que es antigüito por la animación, pero la historia se ve interesante aunque me echa mucho para atrás que sea de ciencia ficción creo que ese es el género que menos me llama la atención, pero a la ve amo las historias psicológicas por lo que estoy como entre la espada y la pared, de todas formas agradezco que lo compartieras, quizás en algún momento le de una oportunidad.
Buah. Hacía SIGLOS que no oía hablar de esta serie. Tremendo recuerdo desbloqueado (recuerdo e oir sobre ella, no de verla que nunca la vi jajaja)
ResponderBorrarSaludos Jules
ResponderBorrarTexhnolyze la ví hace 4-5 años posiblemente, y recuerdo que no entendí nada jeje
No estaba listo para la serie y su ritmo, sin embargo, tampoco se me había olvidado, siendo más concreto seguía en mi pensamiento porque sabía que ofrecía algo más yo no estaba en la disposición para verlo
Me intereso tu interpretación de la serie como la humanidad vista desde la carne, seguramente algún día le haré rewatch y tendría en consideración ese enfoque
Buena reseña!