Dentro de la industria actual una de las demografías no solo más explotadas, sino
también más populares es el
Shoujo. Ese que se dedica a retratar el romance "juvenil" entre
una chica y un chico, llenando la pantalla de momentos dulces (algunos
empalagosos) y de historias de instituto y momentos clichés al por mayor, solo
para rematar con finales de esos que aunque cuasi imposibles, dejan con un
buen sabor de boca. Hasta aquí todo normal pero ¿Qué dirían si les cuento acerca de una serie, de un romance que no es
precisamente de jóvenes? De un romance entre una adolescente y un hombre
divorciado...
¿Qué me dirían si les presento la tierna historia de After the
Rain?
Una obra que sí: es shoujo... o quizá sea algo más. Quizá sea una historia
sobre las
esperanzas, los miedos y aquello que se queda tras la lluvia...
Koi wa Ameagari no You ni
|Wit Studio| 2018|
|12 Episodios|TV|
|Romance, Drama, Slice of Life|
Akira Tachibana fue una vez el as de un club de atletismo, pero una lesión la obligó a sofocar su pasión por los deportes. Masami Kondou, un padre divorciado, tenía la ambición de ser escritor y ahora administra un restaurante, donde trabaja Akira. Es la intersección de las vidas aparentemente desconectadas de Akira y Masami lo que hace que cada uno de ellos reconsidere y redefina todo sobre sí mismos.>>
También llamada After the Rain, Koi wa Ameagari no You ni es una producción de
Wit Studio estrenada en 2018. Se trata de la adaptación al manga homónimo
cortesía de la artista Jun Mayuzuki, la cual se encuentra actualmente
finalizada tras 10 volúmenes recopilatorios y 84 capítulos. Dentro del staff a
cargo de la serie podemos encontrar nombres como Ayumu Watanabe (Children of
the Sea, Space Brothers) al frente de la dirección, Deko Akao (Arakawa Under
the Bridge, Vanitas no Carte) en la composición de la serie, Shunichiro
Yoshihara (Dr. Stone, AoT) en la dirección de arte, Yasunori Ebina (Arte, Date
a Live) en el apartado sonoro y Emi Chiba (Fate/Zero, ID: Invaded) al frente
del diseño de color, siendo estos los encargados de entregar una delicada y
tierna historia a través de sus 12 episodios.
Para aquellos que no conozcan la trama, la historia de After the Rain nos pone
tras los pasos de la joven estudiante Akira Tachibana, una chica de 17 años
que, como cualquier otra dama de su edad, tiene gusto por la moda, por vivir
momentos mágicos y por cosas como los romances imposibles. Y vaya que de esto
último ella sabe bastante porque, aunque normal a su edad, el enamorado de
Tachibana es nada más y nada menos que Masami Kondou, un amable hombre quien
trabaja duro como gerente en el restaurante donde la chica también labora. Y
esto no es tanto problema como su edad porque, por si no lo he mencionado, él
tiene 45 años y es divorciado con un hijo... Así que sí, el amor de Akira
parece algo imposible de suceder y más aún cuando el gerente es tan alegre
como despistado y por su cabeza no es que pase la idea de salir con una chica
de 17 años. Sin embargo, y como decide la propia Tachibana, todo puede pasar
bajo la lluvia y así como esta viene sin previo aviso, ella llegará hasta el
corazón de Kondou de manera del todo inesperada...
Y hasta aquí puede que, aunque tome un momento para procesar las edades, al
final tengamos la idea de estar frente a un shoujo típico y aunque no
rechazaría la idea del todo, lo cierto es que After the Rain está lejos de ser
típico y más aún, de ser algo grotesco como muchos pueden pensar. Por el
contrario, si me preguntaran si es realmente un romance, mi respuesta sería
que sí; que After the Rain es un romance en toda regla y que más importante
aún...
After the Rain es una historia de sueños, de esperanza y de crecimiento bajo
la lluvia...
Una historia de amor es al final... una historia de amor
Comencemos pues, con la primera de mis afirmaciones. After the Rain sí que es
un romance, pero mejor aún y alejándonos de las demografías, es una historia
de amor improbable entre 2 personas que no estaban destinadas pero que se
encontraron por diversas circunstancias. Y es que tanto Akira como Kondou
provienen de puntos distintos, no solo por edad (la cual apartare por un
momento) sino también por gustos y objetivos. Y pese ello, pese a tratarse de
2 individuos con un diferente grado de experiencia, de expectativas e incluso
de confianza en el tema amoroso, la verdad es que en ningún momento buscan
cortar de raíz sus sentimientos. Porque sí, al principio a Tachibana le cuesta
un mundo acercarse a su jefe y le es aún más complicado el declarársele y
pedir por una respuesta y sin embargo, esto no impide que lo haga y que
consiga (en unos cuantos capítulos) lo que a otras series les toma eternidades
hacer, dándonos en el camino muchos sonrojos, algún que otro llanto y muchos
momentos imaginarios en su cabeza, dando así forma a una gran y entrañable
protagonista. Y Kondou no es que sea algo diferente porque así como entiende
de las dificultades de su relación, también se da tiempo y espacio para
disfrutar de ella, primero claro, rechazando a la chica, pero también y de a
poco, imaginando el sentimiento a través de alusiones a como sería si fuesen
de la misma edad (el famoso what if) para luego ir entrando un poco en el
juego gracias a conceptos ligeramente opuestos sí pero no ajenos al amor como
la amistad y el cariño.
Pero esperen, si una quiere y el otro también, entonces no es eso demasiado
simple? Bueno, no realmente porque es en esa construcción no dicha de su
relación, en la que la serie pone su punto fuerte, dando lugar y tiempo a que
cada uno aprenda del otro, de sus cosas buenas y de las malas, de cómo es que
llegaron hasta ese punto y de lo que buscan conseguir en un futuro, dando
momentos dulces pero también muchas reflexiones más objetivas en la cabeza de
ambos... monólogos internos que pueden o no terminar bien en su mente. Y si a
eso le sumamos la naturalidad con que viven las situaciones cómicas o la
vergüenza (quizá no tan única) de los primeros enamoramientos, entonces
tenemos una relación que, aunque en ningún momento explicita, hecha oficial e
incluso tan romántica como pensábamos, sí que logra atrapar en ella todas esas
sensaciones de 2 personas que se aprenden a querer y más importante aún, que
se aprenden a apoyar en el otro para reconstruir los sueños.
La lluvia se lleva nuestros miedos pero no nuestras esperanzas...
Y es aquí donde entra la segunda de mis afirmaciones: After the Rain no solo
es un romance, e incluso podría decir que primordialmente no es un romance.
Por el contrario es una historia que se apoya en el eje romántico sí, pero que
profundiza a un concepto menos brillante peor igual de importante: la
compañía, el apoyo mutuo. Y es que, así como la relación entre Tachibana y
Kondou nos permite momentos tiernos y llenos de divertida vergüenza, también
nos pone de trasfondo la causa por la que de alguna manera, terminan
encontrándose: los sueños rotos del pasado. Por un lado, Tachibana y su
incapacidad para seguir corriendo. Por el otro, el sueño fallido de Kondou en
la escritura. Elementos que, sin que se den cuenta, los define en un principio
y hace que vean en su relación no solo un deseo sino una escapatoria, tratando
de olvidar aquello que en verdad quieren y consolándose con su situación
actual. Pero, caprichosa como es la vida, este "nuevo sueño" no hace sino
provocar que desentierren los fallidos y con ello, enfrenten temores como el
miedo al fracaso, la incapacidad para avanzar, o el pensamiento de no ser lo
suficientemente buenos o de estar aun a tiempo. Y he aquí cuando nos damos
cuenta de que esto no es algo ajeno de cierta edad y After the Rain lo refleja
a través de sus polos opuestos. Porque tanto una como otro, tanto la joven
como el mayor se exponen a momentos difíciles y a situaciones de añoranza de
aquello que dejaron ir, otorgando así 2 distintas perspectivas ante los mismos
temores y las mismas ilusiones.
Y de la misma forma en que su amor los hace caer en dichos miedos, también es
este el causante de que puedan salir adelante, no tanto por la idea de que el
amor resuelve todo puesto que ni siquiera se vuelven pareja sino por el mero
pero poderoso hecho de "estar ahí para el otro". Siendo cada uno el soporte
que necesitaba el otro para encarar y avanzar de vuelta hacia la esperanza
perdida, como "pseudo enamorados" pero sobre todo como amigos y confidentes.
Vaya concepto ¿No? El cómo alguien puede redefinir nuestros sueños sin
realmente trastocarlos, impulsándonos a ir por ellos y ayudándonos así a
crecer y a usar dicha experiencia compartida como el punto de partida. Porque
como ellos mismos dicen, "quizá no ahora, pero en un futuro, cuando hayan
logrado alcanzar sus sueños, se volverán a ver... a recordar a aquella persona
maravillosa que conocieron bajo la luvia..."
Ahora en este momento... Cerrare mi paraguas y me mojare en tu lluvia. Algo que es joven en todos los aspectos, y algo que no solo debes de tocar solo por la sensación de nostalgia. En este momento, soy el único que puede proteger eso. Ahora en este momento... Me mojare a tu lado en tu lluvia torrencial. Ser joven en todos los aspectos y seguir brillando juvenilmente. En este momento, soy el único que puede esperar eso.
Y si la trama sigue sin convencerles del todo entonces permítanme habar del
otro gran elemento que atesora la serie: su enorme trabajo técnico. Y es que
no es que sea espectacular o lleno de explosiones y sorpresas por aquí y por
allá... no. Es mucho más que eso porque aquí se puede sentir el cariño puesto
a la obra. Porque tanto su animación como su aspecto sonoro me han parecido
cuidados al detalle, haciendo que lo primero que pensara al terminar la obra
fue "mimo" a su trabajo. Comenzando por la animación, los diseños cortesía de
Yuka Shibata no solo adaptan a la perfección el arte original sino que logran
otorgar esa dimensionalidad propia de la animación, dándonos personajes fuera
del molde, con siluetas alargadas y expresiones poco realistas pero altamente
estéticas. Desde Tachibana hasta secundarios como Yoshikawa tienen suficientes
características propias para ser reconocibles y además, potenciar su propia
personalidad. Con un trabajo de expresiones faciales que otorgan toda la
inocencia y sorpresa cuando son necesarios (denme más sonrojos de Tachibana
siempre!!) pero que también logran dar el sentido de madurez suficiente cuando
estamos en momentos cumbre. La fluidez es bastante buena y se combina con un
vestuario que, como pocas veces, otorga un plus a la serie, teniendo el mejor
ejemplo en Tachibana y sus cambios de ropa y de peinado pero expandiéndolo a
Kondou por ejemplo, haciendo que la idea de una historia fuera de instituto
funcione. Y los escenarios no se quedan atrás porque pese a tener como fondo
principal el restaurante, la serie nos permite viajar a través de otros
rincones de la ciudad y observar un alto nivel de detalle en los objetos, un
gran manejo de luces y sombras y sí, los 2 elementos más sobresalientes: Por
un lado el hipnótico, artístico y único diseño de color, y por el otro el uso
y representación de la lluvia, no solo como metáfora propia de la trama sino
también como elemento narrativo de esta, haciendo que cada tormenta sea no
solo diferente sino acorde a lo que representa la escena, dando a través de su
puesta en escena ese elemento que sostiene los conceptos escritos.
Y si hay lluvia entonces hay mucho ruido ¿Cierto? y es aquí donde entra el
segundo aspecto a favor: la producción sonora tan atrapante de la serie. Y es
que cada repiqueteo, cada pisada, cada carrera bajo la grava de pista y cada
plato roto en el restaurante están presentes y suenan casi como si
estuviésemos en el lugar, haciendo que After the Rain logre crear una tremenda
atmosfera y nos transporte a su mundo. Y aunque la producción de sonido
ambiental es más refinada que nunca, no por ello estamos exentos de un buen
OST cortesía de Ryo Yoshimata y sus muchas piezas llenas de ternura y ritmos
bastante agradables y "positivos" teniendo claro el piano en turno para
aquellas otras baladas tristes. Y este sutil pero poderoso equilibrio se
extiende a sus piezas principales pues mientras el OP "Nostalgic Rainfall"
cortesía de Chico y HoneyWorks juega con su alegre escala de tonos vocales y
su acompañamiento rítmico suave, el ED "Ref:rain" de Aimer nos da esa
nostalgia y calma necesaria para procesar lo visto después de cada episodio.
En resumen, vuelvo a decirlo: el apartado técnico de After the Rain es algo
que me ha provocado pensar en todo el mimo que pusieron en él, en la forma tan
adecuada de diferenciar una obra mediante sus colores, sus formas y sus
sonidos...
Se suele decir que la lluvia se lleva todo lo malo consigo. No sé quién lo
haya dicho primero y ciertamente tampoco sé si sea verdad. Pero saben, la
lluvia también puede dejar cosas buenas a su paso, también puede darnos el
tiempo y espacio para conocer personas increíbles y, si ponemos atención quizá
también nos brinde la oportunidad de encontrar los sueños y las esperanzas que
considerábamos perdidos. Y eso es justo lo que trata de transmitirnos After
the Rain; decirnos que pese a que todo cambie y tengamos que avanzar... pese a
tener miedo por no creernos capaces, siempre habrá alguien y algo en lo que
apoyarnos para reconstruir nuestros sueños y, a partir de ahí, avanzar con la
ilusión y el recuerdo de esa dicha. Con unos personajes que rompen
estereotipos y avanzan de a poco pero firmemente; una trama que da espacio y
tiempo para cada momento y lección y un trabajo técnico que expresa sumo
cuidado a cada fotograma, After The Rain es un tierno mensaje sobre recomponer
los sueños rotos y avanzar junto a aquellos que llegan a nuestra vida en el
momento indicado. Es un recordatorio de que todo será un poco mejor cuando
pase la lluvia...
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