SANDA: Santa al rescate! | MANGA

Hoy es 24 de diciembre y eso solo significa una cosa: Es Navidad y Santa Claus nos visitará esta noche!!! Sí, ese bonachón de cabellera blanca y barriga roja que tanta felicidad reparte por todo el mundo a los niños que se portaron bien y a quien tan ansiosamente esperamos por la noche... Pero esperen. Imaginen por un segundo que vivimos en una situación distinta. En un tiempo donde ni los niños son tan buenos ni Santa va de chimenea en chimenea soltando regalos. ¿Se lo imaginaron? Pues de eso va la obra de hoy, de un lugar en el que pasan cosas muy bizarras, donde los niños son tesoros y donde sí que hay un Santa... pero uno que parece ser leyenda y que va repartiendo golpes a diestra y siniestra... uno Santa Claus llamado SANDA!

Sanda

| Autora: Paru Itagaki |

| 6 Volúmenes (En publicación) |

|2021 - |

| Drama, Misterio, Slice of Life |

Sanda es un manga lanzado en 2021 por parte de la célebre (y algo peculiar...) Paru Itagaki, mangaka conocida por ser la autora de Beastars, Paru no Graffiti o más recientemente de Bota Bota, siendo Sanda su más reciente obra. Su serialización corre a cargo de la editorial Akita Shonen (en la Weekly Shonen Jump), teniendo hasta la fecha 6 volúmenes lanzados en Japón. Pues bien, en esta ocasión Itagaki pasa de presentar un mundo con animales antropomórficos a darnos una muy extraña historia navideña que se centra en la leyenda de Santa Claus...

Sinopsis: "La historia comienza con Sanda, un estudiante de secundaria de segundo año, que es atacado con un cuchillo de cocina por su compañera de clase Fuyumura. Si bien Sanda no pudo entender la situación al principio, gradualmente llegó a creer que las acciones de Fuyumura eran solo actos malvados. Pero todo eso es un malentendido. Fuyumura en realidad sospecha que Sanda es descendiente de cierto linaje..."

La trama de Sanda se desarrolla en un futuro distopico en el que la sociedad ha cambiado y ahora lo más valioso para la gente es la juventud, razón por la cual los niños son vistos como preciosos tesoros que deben ser guiados y cuidados de todo y de todos. Nosotros nos ponemos tras los pasos del inocente y amable Sanda, un estudiante de 14 años que pasa sus días entre calma y felicidad... o al menos así es hasta que de la nada (y literalmente) su compañera de escritorio, la larguirucha y algo tétrica Fuyumura, va y lo ataca con un cuchillo mientras lo interroga sobre su identidad secreta. ¿Cuál identidad secreta? Pues nada más y nada menos que aquel considerado como leyenda urbana y ahora tabú de la sociedad: Santa Claus. Sí, Sanda resulta ser un descendiente directo del bonachón de barba blanca y ahora, con la misma barba pero con muchos más músculos, nula experiencia como adulto y un incipiente mal genio es que este peculiar papa Noel tendrá como misión cumplir el deseo de Fuyumura: Traer de vuelta a su amiga desaparecida Ono...

  

Santa contra los temores del crecer…

Y sí, se que el mini resumen anterior aclara poco o nada la situación tan peculiar que vive Sanda. Afortunadamente no hay de que temer porque es a lo largo de los primeros capítulos de la obra que nos vamos poniendo en contexto y descubrimos por ejemplo, que Sanda se transforma en Santa cuando viste alguna prenda roja, o que vuelve a ser niño tras comer gomitas Puchikko o que tiene poderes tan locos como inmunidad al fuego o inmortalidad… aunque esta no sirva de mucho gracias a Fuyumura y sus “curiosas” formas de ponerlo a prueba, tales como acuchillarlo o plantar una bomba en la escuela. Es así que de inicio tenemos a este par de insospechados aliados en busca de despertar todos los poderes de Sanda al tiempo en que van tratando de encontrar pistas sobre la desaparición de Ono y con ello nosotros sabemos un poco más sobre la misteriosa Academia Daikoku Aigo: Con estudiantes viviendo la vida “perfecta”, sin problemas, con una guía y responsabilidades futuras ya establecidas (inclusive hay matrimonios ya arreglados) y sobre todo, con la libertad y privilegio de ser la cumbre de la sociedad, aquellos a quienes se les educa para vivir plenos y disfrutando de su hermosa juventud mientras que les enseñan a odiar y temer a crecer y volverse personas frágiles y sin potencial… O lo que es lo mismo, en Sanda se nos propone la idea de que ser adultos es lo peor que puede suceder…

Pero dejando ese punto de lado por ahora, la historia no solo se centra en Sanda y Fuyumura en su búsqueda sino que, fiel a la forma en como crea sus universos, Itagaki va añadiendo una cosa bizarra tras otra mientras va aumentando de a poco los horizontes de su universo. Y es por ello por lo que en Sanda tenemos a personas tan locas como el compañero de cuarto y futuro aliado Amaya, quien se termina por unir al par de chicos y su vuelve algo así como la parte pensante y sensata del equipo (lo cual es divertido de ver al lado de alguien inocente pero lleno de poder como Sanda y de Fuyumura y su sádica y directa forma de ver las cosas). También tenemos al director de la Academia y “protector de los niños”, el rejuvenecido señor de 92 años Oshibu Hifumi (quien a la larga se vuelve enemigo principal de Sanda), una brigada de asesinos llamada “Bata Roja” cuyo líder cincuentón debe eliminar a Sanda pero que termina ayudándolo al descubrir su doble identidad… e inclusive tenemos a una clase especial de niños asesinos. Y como es obvio, Sanda irá a liarla y enfrentarse a todos y cada uno de estos personajes, cada cual más loco que el anterior, mientras busca proteger y cumplir los deseos de los niños, teniendo con ello una trama llena de acción, peleas entre “ancianos” y por supuesto, un universo rico en el desarrollo y conflictos con los que dota a sus personajes.

¿Por qué crees que nos volvemos propensos a las lágrimas cuando crecemos?
Es porque, al acumular experiencias tristes y dolorosas nuestra empatía crece...

Porque he aquí que aun cuando todo parezca muy fuera de lugar y lo loco de sus personajes no los atraiga tanto a su lectura, en realidad toda esta parafernalia sirve como telón para proyectar las dudas y los temores que cada uno de ellos siente a raíz de la idea de envejecer. Y es que en Sanda tenemos una ventana a dudas tan "infantiles" como ciertas sobre lo que es el crecer: desde el hecho de volverse amargados e “inútiles”, el tener que actuar siempre como los demas digan, el no poder ser libres o el ver como la juventud se escapa y con ello los sueños que se tienen… la obra se beneficia del talento de su autora para dotar a cada personaje de inseguridades y crisis que tienen que enfrentar y que van haciéndose más grandes. Es por ello por lo que el ideal de Santa funciona tan bien aquí, porque se tuerce de forma en que Santa Claus se vuelve una esperanza para aquellos que no quieren dejar de soñar… no importa si son los propios niños  e inclusive y conforme avanza la historia, los  adultos. Ya sea el temor a envejecer del director Oshibu, el tener que enfrentar el hecho de que pasó tu juventud y no la aprovechaste como en el caso de la brigada roja o el miedo de ver como se distancian las personas que amas por el hecho de anhelar ser siempre jóvenes como le sucede a los pequeños de la clase de asesinos… y por supuesto, en el dúo principal pasa lo mismo y tenemos a una Fuyumura que aunque se muestre ruda en realidad es alguien frágil y que siente temor sobre el volverse adulto y madurar e inclusive el propio Sanda, quien pese a ”tener la obligación de proteger a los niños” en su identidad de Santa, al final de cuentas también termina por ser solo un chico de 14 años que se debate entre el debe y el quiere… En fin, que Sanda usa toda su locura y aparente ritmo caótico para bañar a su trama de temas como la madurez, el despertar sexual, la perdida de los sueños, el fracaso o la formación de ideales entre lo que está bien o mal y lo hace utilizando a Santa como esperanza y salvación y de la idea de tener niños sin trauma…

Y pasando de mencionar la historia a algo más impactante, el arte de Sanda corre a cargo de la propia Itagaki así que cada página está llena de geniales elementos! Con un diseño de personajes marca de la casa, el estilo del Sanda adulto es bastante similar al de su anterior obra Shiro Hige To Boyne, con facciones rudas y algo toscas que aunque tienen elementos como la barba o el cabello blancos la verdad es que se alejan bastante del usual papá Noel (parece más un Rambo que otra cosa...) mientras que para el resto de personajes tenemos un trazo fino y bastante estilizado pero que mantiene ese estilo como de boceto que usa la autora en todas sus obras, poniendo rasgos como las ojeras tan profundas, los rostros finos pero bonachones o el cabello poco voluminoso tanto para los niños como para los adultos, jugando así con esa idea de niños inocentes "que quizá puede no sean tan inocentes" y de adultos que dan más miedo que otra cosa... (de hecho, cuando vi por primera vez a Fuyumura en una imagen de Pinterest, por un momento pensé que era un dibujo de Tim Burton LOL). El trabajo de escenarios y secuencias abiertas también tiene gran nivel de detalle y con tanta secuencia de pelea eso se agradece y pega perfecto.

Voy a ser 1000% honesto con el final de este texto: Soy un enorme fan de Santa Claus! Y sí ya se lo extraño o peculiar que pueda sonar eso para un adulto joven pero hey! Navidad siempre ha sido mi festividad favorita agracias a todo lo que gira alrededor de ella. Por eso cuando descubrí esta obra los capítulos se me fueron volando mientras me divertía con el santa que salía a golpear a los malos y a defender a los niños; todo gracias a esa capacidad de la autora para crear mundos que invitan y te atrapan en sus divertidos momentos y sus atormentados personajes. No, no es tan ben lograda como Beastars y ciertamente puede que se le vaya la pinza en mucho de su desarrollo pero si como yo eres alguien que gusta de la navidad y en especial de Santa, créeme que este manga es una buena opción para festejar las navidades y acompañar al tipo del traje rojo en su misión contra los malos!

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Felices Fiestas!