Dentro de la boca del caimán. Nunca mejor dicho que a principios de este año, cuando se estrenó una
"curiosa" obra por decir lo menos; y es que esta serie (la cual he de
admitir que abandone en primera instancia) es todo un viaje a la locura, con
un mundo bizarro lleno de sujetos uno más extraño que el anterior y que
pasan sus días volándose los sesos... Es así como, después de resignarme y comenzar con el recuento de fin de
año, he terminado por entregarme a dicha locura y gracias a esto, he podido
disfrutar de algo genial y lleno de diversión, y sí, me refiero a nada más y
nada menos que al caos llamado... Dorohedoro.
Dorohedoro
|MAPPA|Invierno 2020|
|12 Episodios + 1 OVA |TV|
|Acción, Comedia, Fantasía, Magia, Horror|
Kaiman es un hombre humano que vive en Hole, el campo de practica para los magos y hechiceros venidos de "el otro lado", y pasa sus días trabajando en el hospital del sitio y comiendo en el local de su amiga Nikaido. Sin embargo, este buen hombre tiene una peculiaridad: como su nombre lo indica, su cabeza es la de un Caimán, por lo que además de todo lo anterior, pasará sus días cazando cuanto hechicero cruce frente a sus ojos y así, y con la ayuda de Nikaido, encontrar a aquel que le maldijo y zampárselo a la boca...
Dorohedoro es una obra producida por el (muy solicitado este año) estudio
MAPPA, siendo emitido en TV y de manera internacional a través de
Netflix durante la temporada de Invierno 2020, con una duración de 12
episodios, así como con una posterior OVA. Esta serie adapta la obra
original de Q Hayashida, publicada originalmente en 1999 y teniendo
23 tomos recopilatorios. Dentro del staff encargado de la serie, podemos
encontrar nombres como Yuuichirou Hayashi (Garo: Honoo no Kokuin) al
frente de la dirección, Hiroshi Seko (Ajin, Banana Fish) en la
composición de la serie, Tomohiro Kishi (Tonari no Kaibutsu-kun) a
cargo del diseño de personajes y Akiko Fujita (Kakegurui) en la
dirección de sonido por mencionar algunos.
Dorohedoro nos presenta la historia de Kaiman, un hombre maldecido a
cargar una cabeza de reptil. Es por eso por lo que nuestro verde protagonista se
pasa los días vagando por las calles de la desolada ciudad de Hole, su
hogar, con el fin de cazar hechiceros, los cuales usan la ciudad como campo
de pruebas, maldiciendo a diestra y siniestra a todo aquel con la mala
suerte de cruzarse en su camino. Pero como decía, la cosa es que Kaiman,
acompañado de su amiga (y chef personal experta en artes marciales) Nikaido,
va, caza y... "muerde" a cada hechicero con el fin de encontrar al que lo
maldijo y así recuperar su memoria, la cual por cierto, también perdió junto
a su cabeza humana. Y esto no tendría mayor inconveniente si no fuera porque, tras zamparse a
un hechicero y dejar escapar a su compañero, Kaiman y Nikaido comenzarán a
ser buscados por En-san, el jefe de los hechiceros y quien mandará a sus
matones Shin y Noi tras los pasos del reptil y la chica.
Sangre por aquí, una cabeza volando por allá …
Pocos segundos pasan para que la serie nos muestre de que va el asunto,
porque ni bien entrada la cosa, ya vemos a nuestro dúo protagónico
masacrando "literalmente" a un par de hechiceros novatos: una mordida, una
cabeza en el interior de Kaiman, una pregunta, una respuesta no deseada y un
cuerpo descuartizado, todo en menos de 3 minutos... Bienvenidos a
Dorohedoro.
Y he aquí que el eje narrativo sobre el cual nos centraremos no es otro que
la violencia, porque pese a que el trasfondo sea la búsqueda de Kaiman y
Nikaido, la verdad es que la serie es adictiva por esa locura violenta y sin
control que nos muestra, impregnando cada episodio con secuencias llenas de
sangre, comentarios subidos de tono, vísceras volando o cabezas voladoras,
todo acompañado de una omnipresente comedia que nos logra sacar varias
risas, más por lo absurdo de la situación, que por que de verdad sea
gracioso. Y esto se ve potenciado por sus personajes, cada cual más loco que el
anterior; desde nuestro protagonista y su cómica forma de ser, matando por
aquí y por allá, al tiempo en que se aflige por su falta de identidad y
pasado; Nikaido quien sirve como compañera y soporte para Kaiman, y que
además va tomando un trasfondo importante con el paso de la historia, e
incluso otros como el Doc, o el poco hablador "Johnson" quienes irán
aportando su vis cómica a cada situación, con todo y partido de Baseball
incluido.
Antagonistas... ¿Protagónicos?
Sin embargo, he de decirlo... por más que me haya gustado el dúo de Kaiman
y Nikaido, las verdaderas estrellas del show son la pareja de antagonistas:
nuestros matones favoritos, el genial y "calmado" Shin y su particular
"Robin" la asombrosa e imponente Noi. Y es que estos 2 no solo poseen la
violencia inherente de la serie, si no también ese trasfondo necesario sobre
el cual basarse y que en su caso, es el de su pasado, la forma en que se
conocieron y su compañerismo, tanto en momentos comunes (y bastante
divertidos) como en las secuencias de batalla, logrando una dinámica que se
ve natural y que nos dejará emocionados con cada intervención que tengan. Es
como estar viendo un dúo al estilo Jules-Vincent de la película
Pulp Fiction. Y afortunadamente esta capacidad de atraparnos se expande también al resto
de personajes "malos" desde el elegante, imponente y ¿Cariñoso? amante de
los hongos: el Jefe En-san, hasta la otra pareja de hechiceros conformada
por la deschavetada Ebisu (alias la chica calavera) y el débil pero valeroso
Fujita, quienes, sin acercarse a la dupla Shin-Noi, tienen un adecuado
desarrollo en su relación, no sin pasar ridículo tras ridículo…
Pese a todo, Dorohedoro no puedo decir que sea una serie para todos, y es
precisamente por todo lo que significa su aspecto: desde lo oscuro de sus
escenarios, lo bizarro y "feista" en el diseño de personajes, así como por
la violencia explicita en la serie que, sin ser algo nunca visto, sí que
puede resultar chocante a más de uno con disgusto por las vísceras y la
sangre.
Así mismo, y creo que esta es la razón por la que varios dejamos la serie
en primera instancia, es la marcada diferencia respecto al manga. Sin
embargo, me gustaría defender este punto y es que, a fin de cuentas adaptar
tal cual Dorohedoro era sumamente difícil debido a la obvia diferencia entre
tinta y animación, por lo cual creo que en este caso, pese a no ser igual,
sí que logra formar su propia identidad como Anime.
Y sí, eso significa que el aspecto técnico en Dorohedoro funciona, y muy
bien debo decirlo. Pero para entender esto, nuevamente, decir que su fuente
original ya de por si era peculiar y bizarra, por lo que el adaptarlo
suponía un reto fuera de los estándares. Es por eso que MAPPA utiliza aquí
la (tan odiada) técnica de 3D CGI, lo cual creo es un acierto debido
a la cantidad de expresiones en sus personajes que, de otra forma, podrían
haber quedado como Kakegurui (por ejemplo). Y hablando del diseño de
personajes, cortesía de Tomohiro Kishi Estamos ante un trazo bastante
desparpajado y tosco, consiguiendo así la esencia del manga y dotando a los
personajes de esa dureza y desprolijo en sus facciones (Kaiman es el cambio
más obvio) pero sin que eso signifique pocos detalles. De igual manera,
sobresale el vestuario de cada uno, en especial de sus diversas mascaras
(omnipresentes en el mundo mágico) las cuales presentan detalles e impacto
suficientes para identificar a cada personaje, volviéndose una delicia
visual; la ropa también funciona y en el caso de Shin o Noi, acentúa la
crudeza de la obra al estar permanentemente cubierta de sangre. Hasta los
demonios (pocos pero presentes) están bien diseñados, dándoles ese aire a
inmundicia y de maldad.
Los escenarios por otro lado son igual de efectivos y logran recrear de
extraordinaria manera el mundo de Dorohedoro, ese lugar que es Hole, lleno
de decadencia, de luces parpadeantes y edificios que parecen a punto de
derrumbarse, con la sensación de que cada esquina puede ser el final de tu
camino. Y mejor aún son los fondos del mundo mágico, contradiciendo lo visto
hasta entonces y cambiando las sombras y la ruina de Hole por los colores y
los edificios más estilizados y llenos de textura, como el palacio de En-san
por ejemplo. Un extraordinario mundo de fantasía oscura.
El OST también funciona muy bien en Dorohedoro, convirtiéndose en uno de
sus puntos más sólidos. Y es que estamos ante piezas llenas de genialidad y
que entrarán a nuestro oído como un pequeño martillo tintineando, y créanme,
que se alojarán ahí por un buen rato. Piezas como la genial
"VICTIM" o la alocada "EL CORAZÓN" nos hacen sentir como si
fuéramos directo a una fábrica de desechos tóxicos con el estéreo del carro
a todo volumen (disculpen mi burdo ejemplo), todo un viaje acido, igual
sucede con las canciones más divertidas, caso de la rítmica
"FUNNY FAMILY" que nos hace bailar al suave ritmo de la sangre
saltando por todos lados.
En cuanto a sus piezas vocales, he de decir que pese a no gustarme la
primera vez, el OP se ha vuelto una de mis debilidades del año,
titulándose "Welcome to Chaos" de (K)NoW_NAME, se trata de una
pieza llena de energía, con una psicodelia implícita que, sin sobresaltar o
tomar el control en ningún momento, sí que logra acelerar nuestros oídos a
la par de su visual. Y después está el ED de la serie... O mejor dicho los
ED, porque Dorohedoro tiene nada menos que 6 piezas de cierre, siendo:
"Who am I?" (eps 1-2, 7) "Night SURFING" (eps 3-4)
"D.D.D.D." (eps 5-6) "Strange Meat Pie" (eps 8-9)
"SECONDs FLY" (eps 10-11) y "404" todos de la misma banda y
cada una más rítmica que la anterior, así como únicas en cuanto a sus
visuales, logrando acoplarse al ritmo del episodio que las precede; eso sí,
mi favorito es el primero con todo y su foco parpadeando. Este OST es todo
un espectáculo, raro, sí, pero un espectáculo a fin de cuentas.
Dorohedoro es una serie que puede resumirse como "locura andante", con
una historia tan bizarra como sus personajes y unos momentos tan
espectaculares como sangrientos, que dejan poco a la imaginación y que,
gracias a esto, nos atrapa en su oscuro universo desde el primer
minuto, haciéndonos querer ver más y más y dejándonos tan locos como la propia
historia. Con una animación que pese (o gracias) a su mezcla 3D/2D tiene un gran
nivel, una banda sonora que encaja perfecto con lo bizarro y unos
protagonistas (y antagonistas) que nos harán reír a cada instante,
Dorohedoro es simplemente una de esas obras que no se pueden dejar de
ver... Aunque haya que meternos a la boca del caimán.
4 Comentarios
Cuando más recuerdo Dorohedoro más me gusta, es mi mangas preferidos y sinceramente, nunca pensé que lo fueran a animar. Ha sido una apuesta, y salio excelente, MAPPA ya le queda poco para heredar el testigo de Madhouse, la animación, la música, que hasta una banda le hiciera disco.
ResponderBorrarQue gusto.
Buena reseña! Las "burdas" descripciones son la mejor manera de describirlo, es una experiencia única, sólo agregaría una cosa, más que haber protagonista y antagonistas, en realidad, son todos protagonistas, ninguno es central y mucho menos representan el bien, esa es de mis cosas favoritas, a su modo todos son el centro.
¡Saludos!
Pues ahora que lo dices, concuerdo contigo respecto a que todos son centrales y sí, definitivamente son el mejor aspecto de la serie.
BorrarTambién creo que MAPPA es el estudio del año (A ver que tal saldrá SNK...)
Que bueno que te gusto la reseña,
Saludos!
Tremendo anime, me encanta como lo manejas, no lo había terminado de ver y ahora estoy otra vez ansioso por verlo...
ResponderBorrarBuen trabajo!
Hey! Gracias por tomarte el tiempo de leer y por tu comentario :)
BorrarLa verdad es que es sencillo escribir cuando la serie es tan buena como esta!
Espero que te guste Dorohedoro ahora que la veas!!
Saludos.