SUPER CUB: La encantadora cotidianidad del Slice of Life | OPINIÓN

Drama romántico sin fin, comedia sin sentido, peleas imposibles de suceder... sí, la animación es causante de muchas de las cosas antes escritas, apostando siempre por una espectacularidad y asombro para el espectador cada vez más grande, con personajes super geniales y poderes o romances que son la hostia pero ¿Qué pasa con aquellos momentos reales? ¿Acaso las situaciones tan cotidianas como “aburridas” del día a día en la realidad no tienen valor para el entretenimiento? Bueno, si eres fanático del slice of life, seguro sabes la respuesta. Si no, Koguma y su Cub tienen algo que contarte en Super Cub.

Super Cub

|Studio Kai| Primavera 2021|

|12 Episodios|TV|

|Slice of Life|

Hay libertad en la soledad, y Koguma encuentra la suya en una motocicleta. Una motocicleta Honda Super Cub, para ser exactos. Sin padres, amigos ni planes para el futuro, los desvíos diarios de Koguma en su camino a la escuela se convierten en su única fuente de emoción. Hasta que un día, se entera de que una compañera de clase, Reiko, comparte su pasión. Juntos descubrirán la amistad, la diversión y la aventura de la carretera.

Super Cub es una obra producida por el estudio Kai, siendo estrenada en esta temporada de primavera 2021. La serie y sus 12 episodios adaptan parte de la obra original de Tone Koken, la cual es originalmente una novela ligera y ahora se ha expandido también al manga. Dentro de su staff podemos encontrar nombres como Toshiro Fujii (Boruto) al frente de la dirección, Toshizo Nemoto (Log Horizon, Durarara!!!) en la composición de serie, Nobuhito Sue (Granblue Fantasy) al frente del apartado artístico y Mineyo Oonishi (7SEEDS, JoJo´s) en el diseño de color respectivamente.

Para aquellos que no conocen la trama, esta es bastante simple: La historia nos presenta a Koguma, una chica que es huérfana y vive sola, asistiendo al instituto todos los días en su bicicleta, pasando momentos monótonos y sin muchas grandes aventuras en su vida (ósea como la mayoría de las personas). Sin embargo, esto cambiará cuando, tras decidirse a hacer algo emocionante, Koguma se compra una motoneta, o mejor dicho, una Super Cub Honda (marca y modelo muy famosos en Japón); y aunque la moto no sea ni la más nueva ni rápida, sí que se convertirá en lo mejor que le pudo pasar a la chica, siendo aquello que la impulsará a (literalmente) ir más lejos que nunca y probar cosas nuevas, visitar lugares hasta entonces desconocidos y empezar a hablar con distintas personas y obteniendo amigas en el proceso: teniendo a la pequeña pero amable Shii y a la valiente y entusiasta Reiko... todo gracias a su "posesión más preciada": su Super Cub.

Y sí, eso es todo. No hay nada más; no hay romances idílicos, supervillanos o sucesos paranormales que investigar, solo una chica y su moto pasando momentos comunes y corrientes porque (exceptuando el episodio 10) todas esas aventuras y lugares “desconocidos” son en realidad lugares tan casuales como un nuevo mini super o un nuevo lugar para tomar el almuerzo. Y si hablamos de momentos comunes y corrientes debemos de hablar de un género que, aunque muchas veces desestimado, catalogado de aburrido y de secundario, es hoy por hoy uno de los más explotados y quizá mejor utilizados: el Slice of Life. Pero...

¿Qué es exactamente el Slice of Life?

La encantadora cotidianidad del slice of life...

El Slice of Life es, literalmente, un género enfocado en representar la cotidianidad de la vida. Esos momentos tan comunes en el día a día sin que en ellos sea necesario introducir hechos fantásticos o incoherentes. De hecho, uno de los principios del género es presentar la estacionalidad de la rutina del personaje (ósea donde no pasa nada nuevo). Claro está, puede apoyar y relacionarse con otros géneros como la comedia, romance, drama, ciencia ficción e incluso fantasía, siendo en muchos de los casos, un género de soporte para los ya mencionados. Y aunque no lo creas es mucho más común de lo que esperabas, teniendo pizcas por aquí y por allá en obras como Mob Psycho, Koe no Katachi, Clannad, Kaguya sama e incluso Slam Dunk o Ashita no Joe, por lo que su presencia es casi omnipresente.

Su virtud como genero sin embargo, se encuentra precisamente en ser capaz de retratar la vida tal y como es, sucediendo que en muchos de estos casos la ficción logra tergiversar una situación que de otro modo sería mucho más monótona o aburrida la mayoría de las veces. Y digo la mayoría porque, de prestar atención podríamos ser testigos de geniales aventuras tan comunes y corrientes que las vivimos todos los días, explotando así el concepto de “pequeños grandes momentos". De como algo tan ordinario puede ser encantador e irrepetible.

Y la encantadora cotidianidad de Super Cub!!!

Así que sí, Super Cub es un Slice of Life 100% (de hecho, ese es el único genero enlistado en DB) y pese a ello, vale totalmente la pena. Porque si hay una serie que representa la vida ordinaria y lo hace a manera que nos emocionemos, esa es Super Cub. Y sí, ya sé que hay muchos más y mejores ejemplos pero seamos realistas: Series como Kobayashi-san se sostenían más de la comedia, Yuru Camp presentaba lugares apantallantes en situaciones poco comunes para la mayoría, Fruits Basket es un hermoso y místico romance, K-On usaba a la música como bastión, 3-gatsu no Lion es un drama insuperable e incluso Mushishi se alimentaba de la temática paranormal. Super Cub en cambio se ve sola y completamente enfocada en la vida de Koguma, en los momentos cotidianos de su día día. Ir a la escuela, comer, ir de compras o pasar a la cafetería en turno son el pan de cada episodio y sin embargo, toman otra dimensión al introducir otro elemento tan normal como su motoneta, la cub.

Cosa curiosa si no ponemos a pensar que muchos de nosotros en nuestra vida jamás habíamos escuchado sobre dicho modelo, ni siquiera aquellos aficionados a las motos. Y sin embargo, este es el valor de la serie: poner un elemento que no solo diferencie sino también provoque algo en el sujeto sin sacarlo de su propio entorno; y la super cub lo logra tanto en Koguma como en el espectador (cuantas veces no leí en twitter sobre gente queriendo una cub). Asombroso como es que algo puede cambiar tanto nuestras vidas sin realmente trastorna nuestra rutina pero si nuestra forma de pensar, porque de un inicio en el que Koguma es alguien solitaria y sin ambición o diversión en la vida, pasa a ser alguien alegre, que se divierte, emociona y expresa su sentir, consiguiendo incluso amistades que, como ella, son igual de aisladas. Todo gracias al eje en común que representa la cub. Y sí, ella sigue haciendo las mismas cosas e incluso continua con la misma personalidad (tremendo acierto en eso) y sin embargo, dentro de esa cotidianeidad encontramos algo que emociona y hace de lo simple, algo extraordinario.

 

Y como en la vida, dicho cambio sucede de a poco, sin grandes sobresaltos externos pero con una firme decisión personal, volviéndose más abierta y cómplice con Reiko por ejemplo, o más valiente y menos antipática al hablar con otras personas o experimentar nuevas cosas. Super Cub y Koguma pueden ser tan normales como tú y como yo, y sin embargo, eso es lo que las hace tan atrapantes: el representar algo tal y como es, sin que esto se igual a aburrido.

La trama no lo es todo claro, pero para ello Super Cub se apoya de otros 2 elementos que comparten el mismo estilo: su animación, cortesía de Toru Imanashi en el diseño de personajes y la música, cortesía de Tomohisa Ishikawa. El primero es un retrato casi exacto de los diseños originales, cambiando aspectos faciales para hacerlos más dinámicos y dotarlos de mayor expresividad, siendo este un punto fuerte al interpretar la personalidad de Reiko y sobre todo de Koguma. El trazo además recuerda a series de este estilo como Sing Yesterday for me sin ir más lejos, teniendo un trazo poco continuado y que utilia mucho las líneas en función de la situación. Los otros elementos como el CGI de las motocicletas también ha resultado efectivo, teniendo pocos errores y sí un mercado recuerdo a la moto de Shima Rin en Yuru Camp (quizá por eso sean almas gemelas!) así como siendo una fiel representación de las Honda reales (no olvidemos quien financió esto), mientras que los escenarios hacen gala de realismo y presentan elementos que son fotografías casi directas de lugares existentes, teniendo una paleta de color que eso sí, llegaba a fallar al pasar de lo frío a lo cálido y brillante sin sostenerlo bien.

El sonido es más de lo mismo y si en Yuru Camp teníamos el "Life is wonder..." Super Cub nos volverá adictos a su pegajoso coro "tu,tu,tu,tu" que salpica de energía y alegría el opening "Mahō no Kaze" (Magical Wind) de Akane Kumada y a su genialmente cálido y positivo ending "Haru e no Dengon" cortesía de las seiyuu de la serie. Ambas piezas dicen a más no poder "Hey, esto será divertido" y se hacen acompañar de visuales contenidos pero igual de geniales al más puro estilo de la serie. ¿Parece poco?, bueno pues no lo es tanto porque entre uno y otro la serie nos repleta de melodías instrumentales llenas de calidez y que se sostienen de un juguetón piano por aquí y por allá en los momentos de aventura...

No, los Slice of life, como la vida misma que buscan retratar, no son aburridos para aquel que sabe apreciar los pequeños grandes momentos. Super Cub es una prueba tremendamente encantadora de ello, de cómo basta con poner a personas comunes haciendo pequeñas cosas interesantes y darles tiempo y espacio para desarrollarlo. No es asombroso, no es apantallante ni mucho menos (en este particular caso) tan profundo como se podría imaginar, es simplemente la vida siendo retratada tal cual es y visto lo visto, con eso, sus amigas, su super cub y su propia identidad le ha bastado a Koguma para ser feliz… y seguramente a nosotros también.

No tengo padres. Tampoco dinero. 

No tengo pasatiempos, amigos ni planes a futuro.

Pero de la nada mis días cambiaron un poco...

¿Fue por que encontré a mi Cub? No.

Si te sientas y no haces nada, una cub (cualquier cosa en realidad) no te ayudará

Probablemente tengas que tener un deseo propio como...

querer girar en una esquina desconocida en la que nunca has pasado... 

no tiene que ser más grande que eso