10

Kakushigoto

Si Somali fue la ternura encarnada, la serie que ocupa este puesto es un reflejo de los sacrificios y el amor de un padre a su hija. Y precisamente sobre Kakushi y Hime es que Kakushigoto se sostiene y logra combinar momentos llenos de comedia y malentendidos con alguna que otra secuencia dramática, sobre todo gracias a la narrativa a 2 bandas que empleó la serie. Porque si en la mayoría del tiempo fue el Slice of Life aquel que predomino y nos mostró una ventana a sus vidas, el salto temporal fue el que llenó de misterio a la obra y nos tuvo en vilo prácticamente hasta el final.

Y Kakushigoto no solo nos atrapo por su historia. También fue gracias a su bella propuesta visual, igual de colorida que Somali pero esta vez optando por un trazo limpio y definido que adapta a la perfección el estilo de la obra original. Además conto con una de las mejores aperturas del año, llena de melancolía y confort al mismo tiempo. En fin que Kakushigoto tiene un gran mensaje que aligera inteligentemente gracias a su divertida puesta en escena sin que ello signifique que impacte menos.

9

Yuukoku no Moriarty

La versión alterna a las obras de Sir Arthur Conan Doyle obtuvo rápidamente su adaptación al anime y lo hizo gracias al juego de su narrativa. Teniendo como protagonista al villano número uno de las novelas: William James Moriarty, la serie lo coloca ahora en la posición de antihéroe, dotándolo en el camino con un tormentoso pasado y dándole un rol y una misión bien definidos. Porque ahora Moriarty no es tan malo y en realidad solo busca aquello que muchos otros ya han buscado: igualdad social; sin embargo, tratándose de él no será tan simple y episodio a episodio seremos testigos de sus elaborados planes y sus giros argumentales (aparición del detective de la Baker Street incluido).

La serie eso sí, carece de apego total a su material original pero eso no disminuye su calidad per se y logra un espectáculo que aunque continuará hasta abril, y sin ser una obra maestra o lo más novedoso, si logra la solidez necesaria... Al menos hasta llegar a su ending.

8

ID:Invaded

Y si hubo una propuesta intrincada y con el potencial para explotar nuestras cabezas, esa fue ID: Invaded. El nuevo trabajo de Ei Aoki en la dirección resulto ser un thriller psicológico que impulsa las ideas del Yo, Super Yo y el Id, propuestas por Freud y que son la base perfecta para explorar el lado criminal del ser humano. Utilizando como eje al gran detective Sakaido, ID: Invaded nos atrapa en cada uno de sus casos y nos lleva al otro lado del tablero. Quizá la serie falle en cuanto a ejecución, pues aun cuando sus planteamientos y el desarrollo de casos es bastante bueno, los desenlaces tienden a ser regulares en comparación.

Pese a ello, estamos ante una serie que juega bien sus elementos y nos lleva por un viaje bastante parecido a Psycho Pass, teniendo de por medio esa cuestión sobre la maldad y la simple naturaleza humana, ambas representadas en sus detectives y acompañadas de una animación al más puro estilo Inception. Su OST por otro lado también potencia el visual y logra redondear un trabajo que, pese a ser bueno, pudo haber estado más arriba en la lista de haber tenido más tiempo en pantalla.