GAIKOTSU SHOTENIN HONDA-SAN | Reseña

septiembre 05, 2020

Dentro del inmenso mundo del Anime y del Manga, se vive bajo ciertos principios no escritos pero que todos conocemos, uno de ellos se relaciona con la cada vez más creciente y voraz necesidad de nosotros los consumidores de tener nuevos tomos, nuevas series, en fin, que nuevo material constantemente. Quizá lo anterior se deba a los tiempos en que vivimos, donde la adquisición de nuevo material está al alcance de la mano (o de un click) y por ende todo se nos hace tremendamente fácil y sencillo.

Sin embargo, y continuando con la tradición impuesta años atrás, aún existe un sector bastante importante dentro de esta industria: las tiendas de manga (o librerías según el lugar donde vivas). Esas que fueron la base de la industria por mucho tiempo, y a las que la mayoría de las generaciones pasadas (y muchos todavía en la actualidad) acuden con el fin de satisfacer este pasatiempo que es el Manga, pero, nos hemos preguntado ¿Como es que estos establecimientos funcionan? ¿Como es que, pese a el avance tecnológico, siguen más que vigentes? ¿Como es que logran tener aquello que buscamos? Pues muchas de las respuestas a esto podrían ser completamente diferente a lo que esperaríamos escuchar, puede que estas tiendas (paraísos para muchas personas) escondan un enorme esfuerzo y situaciones de lo más raras por parte de su personal y de esto nos habla precisamente la serie de hoy, de esto nos habla... Honda-San.

GAIKOTSU SHOTENIN
HONDA-SAN

|DLE|OTOÑO 2018|

|12 Episodios|TV|

|Comedia, Slice of Life|

Honda-San no es un esqueleto común y corriente (si es que ser un esqueleto puede llegar a ser común), en realidad es un esqueleto que trabaja como dependiente en una librería, y más específicamente: es un esqueleto que trabaja como dependiente en una librería... de Manga. Y esto solo significa que diariamente vive un sin fin de situaciones de lo más cómicas, tanto con sus compañeros como sobre todo, con los clientes, y es que... ¿Qué tan difícil puede ser su trabajo? Pues Honda- San nos lo dirá.

Gaikotsu Shotenin Honda-San (que en lo siguiente acortare a Honda-San) es una serie producida por el estudio DLE para la temporada Otoño 2018, siendo una adaptación del manga original de Honda, y que por cierto, se basa en situaciones reales que le sucedieron al propio autor cuando trabajaba como librero. La serie consta de 12 episodios cortos (de 11 minutos cada uno) lo cual hace que su visionado sea rápido. Dentro del staff de la serie, encontramos personas como Owl Todoroki a cargo de la dirección, Shin Okashima como encargado del guion, y a Naoko Kakiki en el diseño de personajes, entre otros.

La serie nos pone en los zapatos de Honda-San, un esqueleto ( que es lo menos anormal de esta serie) que trabaja como librero en una tienda de Manga, lugar donde, por curioso que parezca, vive todo tipo de locas y bizarras situaciones como parte del trabajo: desde la interacción con los clientes, hasta el trabajo en equipo junto a sus compañeros los cuales son por cierto, individuos de lo más peculiares, pues todos tienen mascarás en lugar de rostro, siendo algunos bastante cómicos y otros más un poco tenebrosos. Es así que a lo largo de los 12 episodios de duración de la serie, seremos testigos de cómo Honda-San lleva su día a día detrás del mostrador.

Detrás del Mostrador

Una de las primeras cosas que saltan a la vista en esta serie, es que se trata de una historia contada con el cariño propio de alguien que ha vivido dichas situaciones, pues, como lo mencione antes, todo lo mostrado son las experiencias del propio autor durante su tiempo como librero, por lo cual tenemos una visión honesta de todo aquello que sucede detrás del mostrador: Ratos divertidos y situaciones bastante geniales (al menos desde nuestra perspectiva de clientes) como el tener acceso anticipado a las obras, o poder pasar el día entero entre ellas; sin embargo, y lo que quizá sea el punto más valioso y entrañable de la serie, son aquellos momentos que reflejan el otro lado de la moneda: la constante presión por tener la mercancía lista, el tener que llevar a cabo actividades extra (como el curso al que asiste Honda), el lidiar con las eternas horas extra, todo aquello que nos lo imaginemos o no, también pasa en una tienda de Manga y que nos demuestra una vez más, que no todo es color de rosa y pura diversión.

Y es que, es en estas escenas donde se presentan (paradójicamente) los momentos más divertidos de la serie, resultando genial ver como Honda y compañía viven "espantados" de tener tanto trabajo y siendo una muy buena forma de representar las dificultades que este trabajo presenta en la vida real, todo a través de una comedia ligera que nos hace querer ver episodio tras episodio y que nos muestra que estos individuos hacen una estupenda labor para garantizar nuestro disfrute; en pocas palabras, una carta de amor a todos aquellos libreros...

Atención aparte es la que merecen las escenas donde Honda San interactúa con sus clientes, todos y cada uno tan distintos entre sí (un buen guiño a la no discriminación) y a la vez con el mismo amor por el Manga ( o en algunos casos, el amor de personas cercanos a ellos) y es que, en estas conversaciones, es donde se muestra el justo valor de los libreros: no solo venden un producto, son asesores, psicólogos y en muchos casos, cuidan que el cliente no se lleve un susto mayor (casos de la abuelita y el señor con las obras Fujoshi).

En lo que respecta a la animación, estamos ante uno de los puntos más distintivos de la obra, contando con personajes diseñados de buena manera, con características y aspectos diferentes para todos y cada uno de ellos, logrando que, incluso entre tanta variedad, sea fácil identificarlos individualmente (la variedad de máscaras es una gran idea). Así mismo, nuestro personaje principal cuneta con una animación muy buena, teniendo una amplia gama de expresiones (pese a ser un esqueleto) que dan empuje a las situaciones cómicas presentes. En cuanto a los fondos, el trazo puede no ser lo más artístico del medio, pero vale muy bien para el formato de comedia que plantea la serie, al tiempo que se utilizan escenarios que rebosan de color por todos lados, dando esa vibra de historieta animada presente en la obra original.

Hablando del OST, cortesía de la banda Technoboys Pulcraft Green-Fund, si bien no es un punto de lo más sobresaliente, sí que da la energía suficiente para comenzar el visionado de la serie, teniendo como OP el tema "ISBN ~Inner Sound & Book's Narrative~" el cual recuerda brevemente a los primeros segundos del Op 2 de Mob Psycho 100 gracias a sus voces enfrentadas, al mismo tiempo, el ED "Book-end, Happy-end" cumple como cierre a cada episodio, manteniendo el ritmo cómico del mismo.

Gaikotsu Shotenin Honda-San es sin lugar a dudas, una serie bastante divertida y entrañable que, pese a su propuesta simple, consigue entregarnos una historia llena de risas, momentos bizarros y una variedad de personajes con los cuales es fácil encariñarse gracias a sus cómicas vivencias. Ciertamente, esta no será una obra de las que se queden por siempre en la memoria del espectador, pero aun así, es una que nos invita a pasar un rato ameno al tiempo que, de una manera fantástica, nos muestra que aquellos encargados de hacer llegar el producto a los consumidores del manga, no lo tienen tan fácil y que, pese a ello, (la mayoría de ellos) dan lo mejor de sí en su trabajo. En definitiva, Honda-San es un más que digno homenaje a todos aquellos detrás del mostrador...