Dentro del mundo del anime, suelen acaparar la atención aquellas historias
que rebosan de grandes animaciones, de personajes llenos de atractivo visual,
o de episodios repletos de clichés que ya están más que quemados. Y por favor,
no me malentiendan, este tipo de historias también me gustan (sería hipócrita
si escribiese lo contrario) pero al mismo tiempo se que la mayoría de estas
historias tienen tan poca calidad narrativa como yo capacidad para reseñar (la
verdad sea dicha). Afortunadamente, también existen series que sí entregan
propuestas de calidad quizá no tan espectaculares, quizá no tan publicitadas,
pero sin lugar a duda que merecen totalmente la pena por el mensaje que nos
entregan.
Y si dicho mensaje es tan cierto como (a veces) olvidado, entonces puede que
debamos ver la serie más temprano que tarde.
Este es el caso de la obra a la cual dedico esta entrada, una serie
sencilla, discreta pero llena de cariño y con una entrañable historia
familiar, me refiero al encantador josei... Usagi Drop.
Usagi Drop
|Production I.G.|2011|
|11 Episodios|TV|
|Slice of Life, Josei|
Cuando Daikichi, un hombre de 30 años vuelve a casa por el funeral de su
abuelo, conoce a Rin, una pequeña de 6 años y quien resulta ser la hija
ilegítima de su abuelo. Debido a esto, la niña es una vergüenza para todos
los familiares y nadie quiere hacerse cargo de ella. Daikichi, molesto por
la actitud de sus familiares, decide quedarse a cargo de Rin, a pesar de ser
soltero y no tener experiencia con los niños. Es así cómo mientras Rin se
convierte en parte de su vida, Daikichi descubre lo duro que es criar a un
niño él solo.
Esta es una producción del estudio Production I.G.(Psycho Pass) emitida en el año 2011 y basada en el manga homónimo de
la autora Yumi Unita. Tristemente, su obra original se tornó en algo
completamente distinto a la adaptación de anime, concluyendo de una forma
que puede dejar sorprendido (y quizá disgustado) a más de uno.
Afortunadamente el anime (que adapta la 1er mitad del manga) sí es una obra
redonda gracias a un staff compuesto por
Kanta Kamei (Ore no Kanojo to Osananajimi ga Shuraba Sugiru, Dimension
W)
como director, Kazuhiro Wakabayashi (Mob Psycho 100, Barakamon) a
cargo del sonido y
Miho Tanaka (Robotics;Notes, Batman: Gotham Knight) en el diseño de
color por destacar algunos.
La serie nos sitúa tras los pasos de Daikichi, un adulto de 30 años que a
esta altura de su vida vive solo y sin aparentes planes para casarse o formar
una familia; él debe acudir al funeral de su abuelo recién fallecido y una vez
ahí, se encuentra con una pequeña de 6 años que mira melancólicamente hacia el
jardín lleno de flores "campanillas", tras este curioso encuentro Daikichi se
reúne con su madre quien le explica la situación: la pequeña, de nombre Rin,
es la hija ilegítima de su abuelo y ahora nadie en la familia quiere tomar
responsabilidad por su cuidado. Es así que tras muchos reclamos y excusas por
parte de su familia, Daikichi decide tomar a Rin bajo su cuidado, con
lo que la pequeña comienza a vivir con él y esta pequeña recién familia inicia
sus andaduras. Sin embargo, Daikichi es todo menos experto en cuidar niños así que, pese a
su disposición y la buena química que se genera entre él y la pequeña, los
primeros pasos son bastante complicados. Afortunadamente, las cosas comenzarán
a tomar su sitio y a lo largo de los 11 episodios de duración (que saben a
poco) iremos viendo cómo es que la dinámica de su hogar mejora y Daikichi se
adapta cada vez mejor a su nuevo papel de cuidador a la par que Rin comienza a
dejar sus temores atrás.
En cuanto a los personajes, el peso de la historia recae totalmente en Rin y
Daikichi. La primera, es una niña muy madura para su corta edad lo cual la
lleva a tratar de ayudar y facilitarle las cosas a su nuevo tutor, al mismo
tiempo en que mantiene la frescura y la ternura que cualquier pequeño tendría,
esto hace que Rin se muestre sonriente la mayoría del tiempo, divirtiéndose
pero también sufriendo de los miedos de la edad (o las vergüenzas, como en la
escena del futón) lo cual dota al personaje de una inocencia que nos entrega
los momentos más tiernos en la historia; sin embargo,
los niños también pueden llegar a sufrir y en el caso de Rin, esto se
acentúa debido a lo vivido antes de conocer a Daikichi así como a su mayor
comprensión de las cosas y el abandono de su madre biológica, mostrando
desconfianza y miedo a ser nuevamente abandonada.
Daikichi por otro lado, se muestra como un adulto responsable pero que
está lejos de poder manejar todo lo que implica cuidar a un pequeño, lo cual lo hace estar totalmente perdido al inicio, teniendo que ser
orientado por Rin las primeras veces. Afortunadamente, esto irá cambiando
conforme avanza la historia, volviéndose cada vez más consiente y
aprendiendo todo aquello que necesita: desde que cosas comprar, lo
relacionado a la escuela de Rin, como interactuar con otros padres o cómo
actuar cuando Rin está enferma. Es aquí donde se muestra el desarrollo de
personajes, pues ambos cambian desde el día uno, uno aprendiendo a
responsabilizarse (y lo que ello conlleva) y la otra a soltar sus temores y a
tener alguien en quien confiar.
Familia por convicción, no por obligación
Y es que es precisamente el tema de la paternidad (y en general de cuidar a
un niño) el que llena la pantalla y se nos muestra de una manera sencilla,
pero llena de significado, mostrándonos mediante situaciones tanto tiernas
como también a veces muy divertidas, que el ser padre o madre no solo es
mantener al pequeño o llevarlo a la escuela o incluso cuidarlo cuando está enfermo, no.
El cuidar a un pequeño también significa sacrificarse a sí mismo para
poder cubrir sus necesidades, es por eso por lo que Daikichi tiene que modificar su empleo, tiene que
aprender a ser enfermero y tiene que aprender a interactuar con otros padres
y todo con el único propósito de lograr la felicidad de Rin. Y viceversa,
porque ella también debe de adaptarse a una nueva rutina, a que aun con todo
el esfuerzo de Daikichi, hay veces en que tendrá que esperar o hacer ella
misma las cosas y la forma en como lo acepta es digna de mención. En
definitiva ambos ponen de su parte desde un inicio y eso ayuda al desarrollo
de la serie.
Sí, sé que lo anterior es obvio y que puede sonar hasta a cliché, pero en
la realidad verdaderamente es difícil de hacer, y más aún si no se tiene una
responsabilidad directa desde el comienzo (como dicen: es más fácil decirlo
que hacerlo) Y
es aquí donde Usagi Drop brilla; porque la relación de ambos se basa en
la confianza y en la convicción de que uno es más feliz con el otro en su
vida, porque tanto Daikichi como poco a poco también Rin, saben que al final
solo se tienen el uno al otro (aún con la familia); incluso Rin lo dice al
explicar el por qué no quiere y no necesita el apellido de Daikichi, para
ella le basta y sobra con tenerlo en su vida.
Esto además, se ve rodeado de otras interesantes cuestiones indirectas,
pues a partir de su relación "tutor- protegida" veremos cómo se tratan temas
como la convivencia entre adultos, la búsqueda de aceptación social, la cual
se observa cuando el resto de la familia rechaza cuidar a Rin, anteponiendo
el "qué dirán" al bienestar de la pequeña; incluso se toca un tema
tan profundo como lo es la muerte, y no solo lo hace Rin, que es obviamente
la más inocente respecto al tema, sino también el propio Daikichi, pues
entiende que esto toma importancia cuando se tiene a alguien más dentro de
nuestras vidas y ese alguien depende de nosotros.
Muchos temas que pese a todo, Usagi Drop logra mostrarnos de una manera
tan liviana y tierna, que en ningún momento se hace un visionado pesado.
Pero no todo es miel sobre hojuelas y Usagi drop es un josei con ritmo de
slice of life bastante encantador sí, pero un josei a fin de cuentas,
por lo que puede que no todo mundo sea atraído hacia la serie tanto por su
ritmo pausado como por su temática más intimista a lo que estamos
acostumbrados (pero que funciona muy bien, haciendo que ningún momento sea
mejor que otro); sin embargo, aquellos que se atrevan y busquen una historia
tranquila, madura y que entregue un mensaje dulce, Usagi Drop es una
verdadera joya que disfrutarán en todos los aspectos.
En cuanto a la animación, queda claro que Usagi Drop jamás estará en los tops
de los fanáticos pues podría decirse que es algo poco común; sin embargo,
parte del encanto de la obra radica precisamente en su sencilla animación,
llena de trazos tenues y con una omnipresente paleta de colores pasteles en
acuarela que refuerza ese toque inocente e infantil de la serie... casi como
leer un libro infantil. El diseño de personajes también es una delicia, con
protagonistas llenos de expresiones que reflejan muy bien las situaciones que
están viviendo (las caras divertidas de Rin son adorables) al igual que los
secundarios, los cuales tienen todo un estilo propio, principalmente Nitani.
Los escenarios también cumplen, centrándonos sobre todo en 3: la casa de los
padres de Daikichi donde comienza la historia, la escuela de Rin que es donde
se llevan varias escenas futuras y sobre todo, la casa de la pequeña familia, pues en esta donde se logra dar la sensación de calidez y seguridad que la
serie busca transmitir.
En el aspecto sonoro, Usagi Drop no destaca en demasía pero sí que mantiene un nivel constante, con un OST lleno de canciones que suenan suavemente y que ayudan a crear esa sensación agradable al ver la serie, su OP es “Sweet Drops” de Puffy AmiYumi y su ED “High High High” de Kasarinchu.
La industria del anime puede llegar a ser un espacio lleno de contenido por
demás crudo, transgresor o simplemente... vació; que nos llena la vista pero
que pocas veces, nos llena también el corazón.
Y con Usagi Drop experimente un poco de esto último, gocé de una
historia simple que trata sobre una pequeña familia, que cuenta con
aspectos visuales y sonoros simples y alejados de las grandes
experiencias audiovisuales de hoy en día... Y sin embargo, fui
feliz.
Usagi Drop no necesitó nada más que 11 episodios para transmitir toda la
ternura y amor que tienen sus personajes, haciendo que momento a momento, me
sintiera alegre, preocupado o riera por todo lo que vivan Daikichi y Rin...
para todos aquellos que quieran alegrar su corazón y sentirse felices por un
rato, Usagi Drop es una pequeña y discreta historia perfecta para ustedes,
cuyo mensaje se quedará por mucho tiempo después del término de la
serie, tanto si son padres como si no.
Apuesto a que aun seguiré poniéndome nervioso y tratando las cosas de
una manera exagerada,
supongo se sera de la misma manera con los demás, aun
así,
parece que esa sonrisa sera mi felicidad de ahora en
adelante,
Muy buena reseña, creo que retratas muy bien la esencia del anime y lo que pretende transmitir. En mi opinion personal la considero como una buena serie, pero sin mas y sin menos. Su mensaje me resulta lo mejor y sus personajes, pero su ritmo, aunque suelen gustarme los ritmos lentos, me parece demasiado simple. Entiendo que es parte de lo que representa el anime, pero es lo que mas me decepciono, seguramente influenciado por las muy buenas puntuaciones que habia visto. Pero bueno, aun asi lo recomiendo a todo el que busque una historia sencilla, bonita y con un buen mensaje. De nuevo gran reseña y un saludo
Gracias por tu comentario, se que la serie en sí puede ser algo no apto para todos y que, aun cuando sí gusta, sigue teniendo sus problemas de ritmo; pero tal como dices eso va más por el gusto personal así que comprendo que no te haya convencido tanto. Al menos mejor que el manga sí que es.
En fin, una bonita y disfrutable serie pero sin ser una obra maestra. Saludos y gracias por pasarte a leer!
2 Comentarios
Muy buena reseña, creo que retratas muy bien la esencia del anime y lo que pretende transmitir. En mi opinion personal la considero como una buena serie, pero sin mas y sin menos. Su mensaje me resulta lo mejor y sus personajes, pero su ritmo, aunque suelen gustarme los ritmos lentos, me parece demasiado simple. Entiendo que es parte de lo que representa el anime, pero es lo que mas me decepciono, seguramente influenciado por las muy buenas puntuaciones que habia visto.
ResponderBorrarPero bueno, aun asi lo recomiendo a todo el que busque una historia sencilla, bonita y con un buen mensaje.
De nuevo gran reseña y un saludo
Hola,
BorrarGracias por tu comentario, se que la serie en sí puede ser algo no apto para todos y que, aun cuando sí gusta, sigue teniendo sus problemas de ritmo; pero tal como dices eso va más por el gusto personal así que comprendo que no te haya convencido tanto. Al menos mejor que el manga sí que es.
En fin, una bonita y disfrutable serie pero sin ser una obra maestra.
Saludos y gracias por pasarte a leer!