SONO BISQUE DOLL WA KOI WO SURU | Reseña

Preciosa. Esa fue la primer cosa que se le vino a la cabeza al pequeño Gojou cuando vio la muñeca Hina que estaba frente a sus ojos. Sí, esa muñeca, con sus delicados rasgos y sobre todo la pasión puesta en ella eran lo que más atesoraría en su vida... O al menos así habría de ser hasta que, sin realmente desearlo, una chica llegó volando (literalmente) a él; y con ella habría de llegar la diversión, el descubrimiento y sobre todo la locura y la pasión por lo que ella amaba: El cosplay. Y entonces Gojou-kun lo supo, supo que había encontrado a alguien más que lo entendía, que lo inspiraba a seguir esforzándose por su pasión. Entendía que Marin Kitagawa, ese tornado lleno de locura era como aquella muñeca... era preciosa. Esta es su historia, esta es una de las mejores series de invierno: My Dress-Up Darling!

Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru

|CloverWorks|Invierno 2022|

|12 Episodios|TV|

|Comedia, Ecchi, Romance, Slice of Life|

El estudiante de secundaria Wakana Gojou se preocupa por una cosa: hacer muñecas Hina. Sin nadie con quien compartir su obsesión, tiene problemas para encontrar amigos, o incluso para mantener una conversación. Pero después de que la chica más popular de la escuela, Marin Kitagawa, revela un secreto propio, descubre un nuevo propósito para sus habilidades de costura. ¡Juntos harán realidad sus sueños de cosplay!...

También conocida como My Dress-Up Darling, Sono Bisque Doll wa Koi wo Suru es una serie producida por el estudio CloverWorks para esta temporada de invierno 2022. Se trata de un anime de 12 episodios que adapta parcialmente la obra homónima de la mangaka Shinichi Fukuda, en publicación desde 2018 y con 8 volúmenes recopilatorios hasta la fecha. Dentro del staff a cargo de esta adaptación podemos encontrar a Keisuke Shinohara (director de episodio en Devilman Crybaby, Flip Flappers, Kiznaiver) al frente de la dirección, Yoriko Tomita (Fire Force) firmando el guion y composición de serie, Akiko Fujita (Dorohedoro, Jujutsu Kaisen) como directora de sonido y finalmente Erika Nishihara (key animation en Eva 3.0+1.0: Thrice Upon A Time) en el diseño de vestuario, solo por mencionar los nombres principales.

La serie nos pone tras los pasos de Wakana Gojou, un chico de instituto bastante solitario y cuya mayor pasión en el mundo son las muñecas Hina que se hacen en el taller de su familia. Y es que desde que a temprana edad su abuelo le mostró una de estas muñecas, es que el pequeño Gojou quedó cautivado por ella, por su delicadeza y su aura, calificándola de inmediato como "Lo más precioso que había en el mundo"... Ahora, años despues y con el temor de ser ridiculizado por dicha afición es que Gojou vive en permanente soledad y enfocado única y exclusivamente en mejorar su habilidad para crear muñecas. O al menos así sucede hasta que un día y por azares del destino, Gojou es descubierto mientras confeccionaba ropa para una muñeca, siendo su compañera (y chica super popular y amigable del salón) Marin Kitagawa aquella que ahora sabe su "vergonzoso secreto" y a la cual le ruega que no lo divulgue a los demas. Sin embargo y lejos de los temores del chico; Marin termina por emocionarse y sorprenderse por el talento y entusiasmo que Gojou le pone a su trabajo, haciendo que así como si nada, la chica le muestre su propia y (no tan secreta) pasión: Hacer cosplay! Y más aún, viendo que Gojou es talentoso con la ropa y siguiendo el ánimo anterior, Marin le ha de pedir que la ayude a confeccionar vestuarios para ella. Así que, con la reticencia inicial de uno y el entusiasmo de la otra, el dúo comienza a crear vestuarios juntos y de paso, descubrir nuevas cosas y experiencias llenas de diversión!

La belleza de la locura y la pasión...

O mejor dicho, es así como el día a día de Gojou confeccionando vestuarios de lo más atrevidos, peculiares pero sobre todo asombrosos para Marin comienza. Y es que, empezando por el hecho de que A) Gojou no sabe decir que no y es bastante inocente y B) Marin es una fanática confesa y acérrima del cosplay, estamos ante un dúo protagónico que no solo pasa el tiempo en pantalla vistiendo a la chica sino que nos muestran el proceso que hay detrás de la confección de un vestuario: desde el cómo se diseña y adapta a la chica, el tipo de materiales que se utilizan y la variedad que existe de ellos, la cantidad de profesionales y gente involucrada en dicho pasatiempo y el cómo se llevan a cabo las sesiones fotográficas o la forma en cómo se interactúa entre los propios fanáticos; Sono Bisque logra representar de manera eficaz y respetuosa (aunque quizá no tan profunda) el cómo se vive y se lleva a cabo dicho pasatiempo, dándonos así una ventana a un mundo que aunque popular dentro de esta industria, no siempre ha sido bien visto o sido reconocido como algo serio. Y lo que es más, y en realidad viene a ser el eje principal de la serie, Sono Bisque trata la forma en como cada uno vive sus pasiones y el cómo estas pueden o no ser disfrutadas a plenitud. Y lo hace desde 2 perspectivas distintas: por un lado esta Gojou y el hecho de haber tenido que aislarse en aras de no ser ridiculizado o de mantener su afición en secreto para no repetir las críticas recibidas en el pasado, por el otro tenemos a una Marin que, estereotipos de belleza aparte, muestra su pasión por el cosplay de manera abierta y orgullosa, con su cuarto lleno de mercancía de su personaje favorito o con sus constantes planes tras la escuela con Gojou para ver alguna novela o juego, entregándonos así una protagonista que lanza ese mensaje de "disfrutar y sentirse orgullosos de sus pasiones" sin tener porque apenarse o esconderlas y haciendo que Gojou de a poco se contagie de dicha energía y coraje y que vaya descubriendo lentamente cosas y experiencias a las que se había negado por no querer mostrarse tal cual es.

Y es gracias a ello que la serie cimenta su gran virtud: la dinámica del dúo a la hora de interactuar y de no solo conocer y apoyar las pasiones del otro, sino de mostrar que no hay nada de malo (y sí muchas cosas buenas que dar) en mostrarse tal cual son con sus gustos propios. Cosa importante y de la que estoy seguro varios fallamos en hacer, en Sono Bisque se trata de muñecas Hina y de cosplay pero bien podría ser cualquier otra afición y tener igual validez, con lo cual este mensaje de "no esconder aquello que te apasiona" si bien no tan bien sustentado en sus pasados o en la forma en cómo se esfuerzan por ello (sobre todo se pierde un poco el eje de Gojou y las muñecas) sí que resultó atrapante y efectivo dentro de una industria en la que, seamos sinceros, muchos también tienen dudas respecto a mostrar su gusto por el anime/manga…

Sonrojos tras el disfraz

Ahora bien, a este punto ¿Podríamos decir que Sono Bisque es una serie de nicho como lo es Shirobako? ¿O dedicada tal cual a la confección como Runway de Waratte? Bueno, pues la verdad es que no, en ninguno de los 2 casos la serie alcanza un nivel de profundización suficiente y es más bien (y nuevamente) en su dúo protagónico que esta el gancho para el espectador... O lo que es lo mismo, su mensaje se ve enormemente soportado por el romance presente. O mejor dicho, la serie te atrapa por la forma tan natural y sin tapujos en la que Marin se enamora de Gojou-kun (y en la que poco a poco a poco él se da cuenta). Y es que, vaya acierto que ha tenido CloverWorks en su dirección al permitir que la serie goce de momentos bien ejecutados en los que uno y otro pasan tiempo sin que sea necesario estar tras un disfraz. Claro, durante la confección de vestuarios también hay acercamientos y unos primeros sonrojos por ambas partes pero es en su segunda mitad donde, una vez nos alejamos de las dosis de fanservice y nos centramos en su relación tan honesta, que disfrutamos de cómo es que caminan por la playa, o de cómo es que ambos se ven avergonzados al estar en un hotel, o de ver a Marin comer y comer sin culpa porque sabe que puede hacerlo con Gojou, o el cómo este expresa su inocencia con ella.... Cada momento y conversación entre ambos se ve acompañada por caras chuscas, sorpresas, sonrojos o cosas tan normales como Marin "estallando de felicidad por pasar un rato con su amorcito"... haciendo de sus episodios algo que disfrutas y no se ven forzados a caer en el estereotipo de chica guapa se queda con solitario o de la Romcom al uso sino más bien como 2 personas que se adaptan y disfrutan al lado de la otra.

Pese a ello, la serie no es perfecta y si en algo fue señalada My Dress-Up Darling en un principio, fue en su "exagerado" fanservice, con Marin modelando a la menor oportunidad y haciendo que cada secuencia, por más que su confección fuese buena o que su trasfondo estuviese presente desde la obra original, fuese tildada de presentar "poco más que a una chica guapa..." Bueno, es cierto que Sono Bisque no es la gran trama del mundo, que quizá no tiene las bases suficientes tras los gustos y miedos de sus personajes e incluso que en un principio se enfoca un poco más en mostrar piel que en la confección técnica pero aun así, no por ello podemos demeritar ni el mensaje ni la producción realizada en el fondo, con una animación sobre el nivel acostumbrado, un cuidado en la dirección de las secuencias importantes y sobre todo, en el entendimiento de la obra al momento de adaptarla incluso, en sus momentos más arriesgados.

Y precisamente entrando a la producción y apartado técnico, la serie cuenta con diseños cortesía de Kazumasa Ishida quien presenta personajes bastante estilizados y con un trazo fino que hace de las facciones y rostros algo mucho más estético y fiel a los dibujos del manga, realzando así la fluidez de movimientos y sobre todo, el enorme trabajo de chara acting alrededor de las expresiones faciales de cada personaje, teniendo no solo en Marin sino también en Gojou o Juju, una enorme calidad a la hora de reflejar emociones, vergüenzas y dudas por igual, lo cual potencia cada secuencia en la que la interacción toma las riendas y el sonido pasa a un trasfondo tras las miradas. El vestuario es más de lo mismo y como no podía ser de otra forma, presenta geniales diseños de cada cosplay realizado por el dúo, teniendo además un buen diseño de color y confección de escenarios para emparejar con cada situación lo mejor posible, sea un paseo por la playa, el visitar una tienda de telas o tener una sesión de fotos en el hospital abandonado...

En cuanto al apartado sonoro, si bien no logra el nivel de su animación sí que tiene en el ost de Takeshi Nakatsuka un punto que sostiene y apoya cada escena gracias a sus variadas piezas (la mayoría alegres) y su uso de instrumentos como ocasionales trompetas, una rítmica batería y grandes coros para entregar ritmos bastante. Entre mis favoritas están la movida "My Dress-Up Darling" la juguetona "I Like it" la peculiar "Good game" o la tierna "Because I Love You" con sus violines, siendo un OST que, aunque reducido y con piezas de no más de 2 minutos, juega muy bien su papel y acompaña el resto del aspecto técnico. En donde la serie sí que sorprende y juega con el eje principal es en sus piezas principales: el OP "Sansan Days" de Spira Spica, la cual es una pieza divertida y que sirve bien como introducción aunque tampoco luce o innova demasiado; y sobre todo el colorido y relajado ED "Koi no Yukue" de Akari Akase quien ve su alegre tema acompañado por un genial visual!

Al final del día Sono Bisque no fue la gran serie por la que muchos apostábamos al inicio de la temporada... y del mismo modo está lejos de ser solo un pretexto para presentar fanservice y una mona china linda como muchos insinuaron en varios momentos. Picante sí, pero también divertida, con momentos románticos llenos de inocencia y vergüenza entre su genial dúo protagónico y sobre todo con un mensaje quizá no tan bien llevado pero sí muy válido sobre amar lo que te apasiona y estar orgulloso por ello, es que Sono Bisque logra enganchar y convencer lo suficiente para que su trabajo técnico haga el resto. No, no es la gran obra; solo es Marin y su locura, Gojou y su inocencia y una serie que cumple y se mantiene fiel a su obra y a sus bases... Y con eso es suficiente por ahora.

7.5

"Kitagawa-san, te veías realmente preciosa..."

-Gojou-kun