Ah! Ser cazador de vampiros es un trabajo difícil:
tienes que patrullar de noche, firmar autógrafos a tus fans, liarte a
puñetazos con monstruos chupasangre, mantener tu imagen comercial y
encima tratar de salvar el pellejo...
O al menos eso pensaba el famoso cazador Ronaldo hasta que descubrió un
castillo, entro a enfrentar al terrible monstruo que lo habitaba y en su lugar
conoció a Draluc, un conde vampírico que se convierte en ceniza al primer
roce... Sí, ser cazador es difícil. Pero mejor descubrámoslo en la serie de
hoy: The Vampire Dies in No Time. (Y hagámoslo rápido! antes de que
Draluc muera... otra vez)
Kyuuketsuki Sugu Shinu
|MADHOUSE| Otoño 2021|
|12 Episodios| TV|
| Comedia, Supernatural, Vampiros|
El legendario cazador de vampiros Ronaldo encuentra un aliado poco probable (y poco dispuesto) en Draluc, el vampiro más débil del mundo que se convierte en polvo al menor ataque. Juntos, se encontrarán con más desventuras divertidas de las que se pueden imaginar, incluidos vampiros enemigos, editores con hachas y otros dolores de cabeza...
También llamada The Vampire Dies in No Time,
Kyuuketsuki Sugu Shinu es una serie producida por el resurgido estudio
MADHOUSE, perteneciendo a los estrenos que recientemente acaban en esta
temporada de otoño 2021. Se trata de la adaptación al manga original de
Itaru Bonnoki, contando con 12 episodios en esta primer temporada (se
ha confirmado la producción de la segunda) y con material en su formato
impreso desde 2015 hasta la fecha. Dentro de su staff a cargo podemos
encontrar nombres como Hiroshi Koujina (Hunter x Hunter 2011) al frente
de la dirección, Yukie Sugawara (Overlord, Kino no Tabi) en la
composición de serie, Hitomi Yoshida (Mairimashita Iruma-kun!) al
frente del apartado artístico y
Ryousuke Naya (Kakushigoto, Deji meets girl) haciendo lo propio en lo
sonoro, solo por mencionar algunos.
La primicia de la serie es bastante simple y nos pone tras los heroicos pasos
de Ronaldo, un celebre y confiable cazador de vampiros el cual está a punto de
entrar al castillo del temible conde Draluc para así, poder derrotar al
chupasangre y traer la paz al pueblo luego de que este secuestro a un niño.
Sin embargo, una vez dentro del castillo Ronaldo se encontrará con un panorama
totalmente distinto al pensado: Sí, ahí vive el conde Draluc y lo que es más,
este sale al encuentro para tratar de eliminar al cazador...
aunque falla patéticamente y se convierte en cenizas ¡Con un leve golpe!
Patético pero verdadero, Ronaldo se da cuenta que Draluc es en realidad un
conde bastante débil, sin poder de ataque y con una personalidad algo simple
pero amable, así que no, él no es un problema. Pero ¿Y el niño? Bueno, él está
jugando con los videojuegos de Draluc (sin permiso) y una vez deja de hacerlo,
ha de ser una auténtica pesadilla para los 2 adultos. Y así, de manera del
todo impensable comienzan las historias de Draluc el conde vampiro y Ronaldo,
el cazador trabajando juntos...
Draluc POV: Me convertí en ceniza… otra vez
Y es que, lejos de terminar derrotando a Draluc, el cazador hará ciertas cosas
y arruinara otras tantas que
obligaran al vampiro a mudarse, nada más y nada menos que a la casa de
Ronaldo
(quien debe aceptar a regañadientes...) convirtiendo su agencia en un sitio
donde se la pasan jugando videojuegos, peleando por cosas simples y con Draluc
burlándose y sacando de quicio a Ronaldo por cualquier cosa hasta que este lo
golpea y lo vuelve ceniza, teniendo así la dinámica de:
Te burlas, te golpean, mueres, te conviertes en ceniza y se repite...
Simple sí, pero tremendamente efectivo al comienzo gracias a la personalidad
tan divertida de ambos, con Draluc siendo aquel que propone y hace cosas tan
locas como una noche de reportaje en Shin- Yokohama y por el otro con Ronaldo
y su constante estrés por las tonterías que hace su ahora compañero de cuarto.
Y la cosa no queda ahí porque siendo Ronaldo un cazador bastante solicitado,
el negocio será parte constante en el día a día del recién formado "equipo
invencible" en parte por lo entrometido de Draluc, en parte por la forma en
como la situación involucra a ambos y finalmente en parte debido al
[espeluznante] agente de Ronaldo quien cree que su asociación es buena para el
negocio. Así, ahora el cazador ha de contar con la ayuda del inútil vampiro
para hacer frente a casos bizarros, interacciones con amigos cazadores y
agentes policiacos como la estricta (e inocente) Hinaichi o con el rudo Handa,
iniciando caso tras caso de divertidos misterios cortos en donde vampiros de
todo tipo (incluso los vampiro vegetal o los vampiro mosquitos...) atacan y el
dúo debe salvar el día, siempre con una gran dosis de comedia y soluciones
bastante tontas pero que sacan una que otra risa gracias a lo ágil y a veces
explicito (que no ofensivo) de sus escenas.
De disfraces, vampiros y un armadillo...
Tristemente,
así como su comedia puede ser el punto que te impulse a ver la serie; lo
bizarro y repetitivo de la misma puede también alejarte a los pocos
episodios.
Y es que, divertido e hilarante como puede ser, el efecto de Draluc muriendo a
cada rato es algo que termina por cansar y hacer los episodios un poco más
largos, con ese sentimiento de "uh... otra vez se murió"; funciona bien
sí, pero se abusa un poco. Lo bueno es que Madhouse también ha pensado en ello
y para dar variedad la serie introduce muchos y muy absurdos personajes que
juegan a favor de la originalidad en cada segmento de episodio (por lo general
3 mini historias por corte), quitando carga al dúo protagónico y repartiéndola
entre otros más, sobre todo en los cazadores, los cuales lejos de ser el
"clásico aniquilador" parecen más un club de disfraces debido a sus
vestimentas de monjas, brazos robóticos, chicos con rastas, espadachines,
cosplay e incluso un dominatrix y un sujeto con botarga de pato [sí, de pato].
Y también tenemos a los malos del show... los tontos e "ingeniosos" vampiros
enemigos que, aunque suene absurdo, son todo menos espeluznantes y sí muy
raros, teniendo entre ellos joyas como la condesa vampira, el vampiro de
flores, la araña vampira o los que se dedican a quitar la ropa gracias al
desnuda, piedra, papel o tijera (sí, sé que parece broma pero hay evidencia!)
y finalmente aquel que termina por robar varias secuencias del show:
John el Armadillo! Sí, la mascota de Draluc y el ser de luz y salvador
del resto se convierte poco a poco en aquel que roba escena y te saca una
sonrisa gracias a sus momentos de alegría, sus caras de miedo o tristeza o
simplemente por ser muchas veces el detonante de los sucesos a los que hacen
frente los protagonistas. Incluso va más allá y tiene un grupo de seguidores y
a todo el mundo buscándolo una vez es secuestrado por el enemigo... así que
sí, la serie tiene cazavampiros de todo tipo, villanos uno más bizarro que el
anterior y finalmente, al gran John como baluarte, aumentando aún más el
(genial) sinsentido de The Vampire Dies in no Time. Sí piensas en ver la
serie, te garantizó que el principio te gustará mucho y que aunque en el medio
quizá piensas en abandonar, al final (y si seguiste adelante) tendrás muchas
risas.
Pasando al aspecto técnico, la serie sale un poco del molde y presenta un
estilo entre caricaturesco, con pinta de historieta pero sin abandonar la idea
de estar viendo una parodia animada. Comenzando por los diseños a cargo de
Mayuko Nakano, la serie ofrece un trazo simple pero que se combina muy bien con esa paleta
de colores a veces sobre saturada, jugando con las expresiones tanto de
Ronaldo como de Draluc y con la fluidez de movimientos al pelear entre sí en
alguno de los muchos duelos de baile que hay. Además, las expresiones de
comedia están muy bien logradas, ayudando a que una situación que quizá sea
aburrida se vuelva más disfrutable debido a las muecas en pantalla. Caso
aparte merecen los vestuarios porque, como ya mencioné arriba, estos son parte
de la identidad de cada cazador, vampiro o secundario y hacen que cuando menos
te lo esperes, alguien disfrazado salga a cuadro y lo bizarro haga acto de
presencia (y sí, hay muchos episodios que juegan con dicho elemento). Respecto
al trabajo de escenarios, estos cumplen y continúan con ese coloreado tan
particular que ayuda a que luzca como que leemos una historieta. El CGI eso sí
no es muy bueno pero funciona decentemente al igual que la limitada cantidad
de fondos. No esperen mucho aunque sí que podemos decir que Madhouse sorprende
otra vez en este año (constancia aparte, lo mejor de
Destiny
viene de la mano de ellos, al igual que la genialidad de
Sonny Boy).
Y el apartado sonoro es un poco lo mismo porque, cortesía de
Ryo Takahashi, estamos ante un OST que sinceramente recuerdo poco y que aunque lleno de
alegres tonadas y efecto de sonido que potencian las secuencias cómicas, no
tiene una pieza que realmente te haga mantenerla en tu cabeza. Caso contrario
al bailable y bastante grato OP "DIES IN NO TIME" en voz de
Jun Fukuyama, el cual es un tema que no solo brilla e introduce a lo
que estamos por ver sino que además va acompañado de un divertido visual con
guerra de baile incluida que recuerda un poco a lo disco de
Death Parade. Y de ahí pasamos a un ritmo algo más retro y nos encontramos con el
energético pero suave ED "Strangers" cortesía de TRD, el cual
aunque un poco menor que el primero, mantiene el nivel y esas ganas de querer
bailar que presentan ambos temas.
Rara, con mucha comedia y poca sangre y sobre todo, siendo un ejemplo
de cómo una formula funciona pero también puede llegar a aburrir, The Vampire Dies in no Time es de esas series livianas que pueden sacarte
una risa según sea el nivel de sinsentido, cosas bizarras y sobre todo
elementos repetitivos que soportes. No, no es lo más chusco que hay y
ciertamente sorprende la mayoría de las veces gracias a lo divertido y
absurdo de sus personajes aunque por contra falla en la dirección de ciertas
partes. A esto hay que sumarle un trabajo técnico que aunque no sobresale
por calidad sí lo hace por estilo y
tenemos en las aventuras de Draluc y Ronaldo una agradable manera de
pasar el rato...al menos mientras el vampiro no muera!
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